Eduardo Reyes Frías

moscaOjalá que el foco de moscas frutícolas descubierto últimamente por el SAG en la comuna Los Andes tenga menor alcance que la invasión del mismo insecto registrada en 1979, la cual afectó 6.500 hectáreas en Los Andes y San Felipe con las consiguientes restricciones en los cultivos y exportaciones que entonces tomaban vuelo en el valle de Aconcagua. Fue una de las batallas más importantes del SAG para mantener a Chile “libre de la mosca de la fruta” desde 1995, lo cual no excluye que de vez en cuando reaparezcan brotes locales que obligan a reiniciar el combate sanitario.

A semejanza del Plan de Acción aplicado desde enero en Valparaíso y comunas cercanas, la cuarentena que se realiza en Los Andes impone una restricción de 7,2 Km alrededor de cada uno de los focos detectados mediante las trampas del SAG que en conjunto afectan aproximadamente 1.500 hectáreas de diversas variedades de frutas. Por supuesto que el informe difundido por el SAG está sujeto a las variaciones que pueda indicar el desarrollo de la campaña. Un dato de consuelo es que hasta el momento las paltas Hass y las nueces aparecen libres de la mosca…

Pasaporte internacional

“El Epicentro” N° 72, junto con identificar el origen internacional de la mosca de pintoresco colorido, Ceratitis capitata, destacó que el aislamiento climático de Chile resulta muy poco efectivo para detener la invasión ocasional del insecto que tiene su hábitat natural en casi todo el continente Centro y Sudamericano. En todo caso y sin perder de vista la amplitud del mapa, vale la pena repetir que las moscas frutícolas no llegan volando… La invasión clandestina se produce a través de los huevos y larvas en las frutas contaminadas que ingresan a Chile. De ahí los controles y barreras sanitarias que en estos días se intensifican tanto en el Paso Libertadores como en el aéreopuerto internacional de Santiago.

Además, la señal de alerta detectada previamente en Valparaíso obligó a establecer medidas protectoras en los embarques agrícolas a través de los terminales marítimos. Se trata de mallas protectoras de las bandejas tipo “pallet” para impedir el acceso de los insectos a la fruta, lo cual encarece el embalaje. En el total de Valparaíso, con 696.500 toneladas exportadas en el 2012, según la Asociación de Exportadores del rubro, el 40 % de los despachos deberá asumir esta exigencia adicional que supervisa el SAG, en cumplimiento del acuerdo suscrito con Estados Unidos para mantener nuestra categoría de “país libre de la mosca frutícola”.

La colaboración del público implica las obligaciones menores que se refieren a facilitar la instalación de trampas y pulverización de insecticida en árboles y jardines afectados por incursiones de Ceratitis capitata. La mosquita tiene corta autonomía de vuelo y pocas semanas de vida. Pero la hembra es bastante fecunda y no pone todos sus huevos en una sola canasta…