El desarme final de la carabela simbólica en un muelle de Valparaíso,  recuerda que en otro momento fue el proyecto más relevante de la Municipalidad, bajo gestión del alcalde Francisco Bartolucci, integrando esta iniciativa el “Taller del Mar” de la Escuela de Diseño, Universidad de Valparaíso, el Club de Modelismo Naval de Valparaíso, las organizaciones navieras y sobre todo el astillero “Río Maule” de Constitución.

Por desgracia, desde 1990 las autoridades edilicias nunca atendieron nuestras recomendaciones de conservación de la nave. Hace cuatro años todavía era posible una restauración, incorporando diversos estudiantes de la Facultad de Arquitectura, Universidad de Valparaíso, y contactos tentativos de financiamiento. En consecuencia, en vista de la incomprensión que derivó finalmente en el desenlace actual del “Santiaguillo”, cabe preguntarse:

¿En qué momento Valparaíso fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco?

Mientras una grúa sacaba los restos del desguace, volvían a mi conciencia las imágenes de los trabajos compartidos con  Adolfo Muñoz Díaz, dueño del astillero de Constitución, explorando los bosques en busca de los componentes náuticos, escuchando historias de las travesías de los antiguos faluchos maulinos hasta el Callao y más al norte… De esta manera, soñábamos y planificábamos el momento en que la “Santiaguillo” tendría que surcar el océano en armonía con las olas y el viento bajo la Cruz del Sur.

Los barcos son como hijos cuando uno ha participado en su gestación. Desde la postura de la quilla, la carabela estuvo en nuestros espíritus, impregnados con aromas de cipreses, savia de centenarios robles, acompañados de los instrumentos del puerto de Constitución, donde los carpinteros de ribera vinculaban las tablas a las ligazones, previamente cocidas en un caldero, armando el forro exterior del casco…

 Es cierto. Lo que restaba en un muelle de Valparaíso era solo un cuerpo en descomposición material. El espíritu de la “Santiaguillo” navegaba varios años antes junto a las estrellas. El retiro de sus partes viene a constituir un acto de humanidad necesario y que merece brindarle un responso oceánico, conforme a la tradición marinera.

Quedarán recuerdos más personales y los testimonios de estudios de arqueología naval, archivos, planos, maquetas y el último capítulo de la bitácora que registra una falta de cumplimiento en la conservación del Patrimonio Marítimo Cultural de nuestro país.

Juan Ciorba Vinz

Arqueología Naval

Piloto y Oficial de Enlace

Carabela “Santiaguillo II”