No me gustó para nada la introducción del pasado debate municipal en TVN con los candidatos a alcaldes por la comuna de Valparaíso.

Usando un lenguaje irónico, el autor de la nota nos presentó un Valparaíso lamentable: basura, ambulantes, perros vagos, rayados, deterioro, etc.

O sea la típica imagen “folklórica” que los santiaguinos han ido creando para ponernos la etiqueta de “ciudad picante”

Es la forma que tiene el centralismo para sacudirse de cualquier posible competidor. Nada de nuevos edificios, nada de los nuevos hoteles y restaurantes gourmet; nada de ascensores reconstruidos, de la Estación Puerto o de barrios en plena restauración. Eso lo destacan las revistas especializadas en turismo, que colocan a nuestra ciudad al nivel de las grandes capitales del mundo.

No señor, no importan ni el Baburriza, o el Palacio Cousiño, el hotel Astoreca  o el Museo Marítimo.

Nada de los miles de turistas que viajan desde la vieja Europa a fin de ver el Valparaíso que TVN ignoró.

Las ferias, los ambulantes y los perros vagos han sido defendidos por los populistas, los mismos que tienen amplia tribuna cada vez que se fabrica un reclamo en contra de alguna autoridad severa.

Hay mucha hipocresía para mostrar lo decadente del puerto como diciendo …¡miren como lo tienen!  en circunstancias que cada vez que hay que construir algo nuevo, -moderno y limpio,- esos mismos canales les dan con el mocho del hacha a los que defienden el progreso.

Mostraron una avenida Argentina llena de basuras tras un día de feria. No dicen, en cambio, que una feria muy parecida se monta semanalmente en el Parque Forestal, en medio de las protestas del vecindario. Pero, no. “Santiago no es folklórico”. La capital es top, esas cosas NO se muestran jamás.

Me revienta esa cultura de consignas que busca reafirmar la pretendida supremacía santiaguina por sobre nuestra ciudad.

Hay  basura y perros vagos, cierto, pero ni de lejos es lo único que destaca a mi querido puerto.

Nos estamos viendo