El Presidente Gabriel Boric entró de lleno al debate que marcó la jornada: las declaraciones de Evelyn Matthei sobre el Plan Nacional de Búsqueda de los detenidos desaparecidos durante la dictadura. “Para mucha gente no es búsqueda, es venganza”, dijo la abanderada de Chile Vamos el pasado 30 de octubre, encendiendo una discusión que se coló directamente en el Debate Archi 2025.

Horas más tarde, Boric decidió responder con hechos: compartió imágenes de su reunión con familiares de las víctimas de la Operación Calle Conferencia, ejecutada por la DINA bajo las órdenes de Manuel Contreras.

“Hoy me reuní con las familiares de las víctimas de la operación Calle Conferencia. Me contaron las circunstancias en que sus seres queridos fueron secuestrados y hechos desaparecer”, relató el Mandatario en su publicación, acompañada de fotografías del encuentro.

El Presidente agregó que una de las hijas le dijo una frase que lo marcó: “no se ha encontrado ni un restito al que poder rendir el homenaje que los vivos dan a los muertos”. Según Boric, esas palabras reflejan la esencia del Plan de Búsqueda, una política de Estado que “es por la Justicia, jamás por venganza”.

En su mensaje, el Jefe de Estado también apuntó a la responsabilidad pendiente de Adriana Rivas, exagente de la DINA y secretaria de Contreras: “Una persona que, estando con medidas cautelares, escapó de Chile podría entregar información de dónde están. Ella es Adriana Rivas, hoy detenida en Australia, y como Estado de Chile hemos solicitado su extradición”.

Rivas se encuentra recluida en una prisión de Sidney, donde espera el avance del proceso judicial. El gobierno chileno la requiere por su presunta participación en la desaparición de Víctor Díaz, exsubsecretario del Partido Comunista, y otros seis militantes, entre ellos Reynalda Pereira, que estaba embarazada cuando fue secuestrada.

El gesto presidencial llega justo cuando el país discute el valor simbólico y político del Plan Nacional de Búsqueda, en medio de una campaña marcada por tensiones entre memoria y reconciliación. En ese terreno, Boric decidió no confrontar con frases, sino con un acto: recordar a las víctimas.

“Su lucha no es por venganza, es por verdad y justicia. Y en eso, el Estado tiene un deber que no caduca”, cerró el Presidente.