A días del partido de vuelta entre Lanús y Universidad de Chile por las semifinales de la Copa Sudamericana, el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires lanzó una dura advertencia: quienes viajen desde Chile y sean detectados cerca del estadio con ropa del club azul podrán ser retenidos preventivamente y sancionados con derecho de admisión.

Según informó la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APreViDe), la medida se enmarca en los protocolos de seguridad vigentes y busca impedir la presencia de hinchas visitantes en el Estadio Néstor Díaz Pérez, donde el encuentro se disputará el jueves 30 de octubre a las 19:00 horas.

“Retención preventiva” y derecho de admisión

El comunicado oficial indica que más de 80 hinchas de Universidad de Chile tienen prohibición de asistencia a eventos deportivos en Argentina, y que la normativa contempla la intervención de la justicia si se detecta su presencia cerca del recinto.

Además, el organismo fue enfático: “Las personas que sean detectadas con indumentaria del club visitante serán sancionadas con derecho de admisión en la Provincia de Buenos Aires”.

Por otro lado, APreViDe apuntó directamente contra Carabineros de Chile, asegurando que el operativo de seguridad durante el partido de ida en Santiago fue “ineficaz”, luego de que el bus que transportaba a los jugadores de Lanús fuera atacado en la ruta hacia el Estadio Nacional.

Refuerzo de seguridad para el equipo chileno

En respuesta, el organismo argentino afirmó que en el duelo de revancha reforzará la seguridad del plantel de la U, garantizando escolta y cápsulas de traslado, “tal como se hizo con dicho club durante la Copa Libertadores Femenina disputada hace semanas”.

Las autoridades argentinas reiteraron que solo podrán ingresar al estadio delegaciones oficiales, jugadores, cuerpos técnicos, personal médico y periodistas acreditados, advirtiendo que las fuerzas policiales permanecerán “en alerta ante cualquier eventualidad”.

El partido definirá al finalista continental tras el 2-2 registrado en Santiago, resultado que dejó abierta una llave marcada por la tensión y la violencia extrafutbolística.