Más de 160 embarcaciones extranjeras, la mayoría con banderas chinas, se encuentran frente a las costas del norte del país, generando alerta entre los pescadores artesanales que acusan una fuerte afectación sobre el recurso jibia.

“Nos genera problema porque la pesca entra de norte a sur, y la jibia viene con la temperatura. Los barcos se ponen en el límite y no dejan entrar el pescado”, relató un pescador en conversación con Radio Cooperativa. “El recurso no se reproduce. Esto nos está dejando sin trabajo”, agregó con evidente preocupación.

Por estos días, en distintas caletas del norte y en Valparaíso, se han registrado manifestaciones en rechazo a la presencia de esta flota. Según los trabajadores, el impacto económico ha sido devastador. “La exportación de jibia subió un 925%, está a un precio fabuloso, pero no hay. Se la comen los barcos chinos”, añadió otro pescador.

Armada y Sernapesca aclaran situación de la flota china

Desde la Armada, el contraalmirante Sigfrido Ramírez, director de Seguridad y Operaciones Marítimas, sostuvo que las embarcaciones no están operando dentro de la Zona Económica Exclusiva de Chile.

“Efectivamente, hubo dos o tres naves que encendieron luces de pesca, pero se corrigió la situación y no hubo faenas dentro del área nacional”, explicó Ramírez.

Según detalló, la flota “potera”, dedicada a la pesca del calamar rojo, suele desplazarse entre el Pacífico y el Atlántico, con banderas de China, Corea y Vanuatu. Actualmente, “frente a las costas de Iquique hay 66 naves fuera de las 200 millas, y en total, unas 166 frente a Arica e Iquique, un número habitual en su tránsito”.

Sernapesca: “Todos los buques son fiscalizados”

Desde Sernapesca, el director nacional subrogante Esteban Donoso aseguró que se mantienen controles permanentes sobre las embarcaciones extranjeras.

“Todos los buques que recalan en nuestros puertos son fiscalizados. Verificamos sus rutas, transmisores y bodegas. Si detectamos pesca no declarada, los devolvemos a zona de espera”, consigna Cooperativa.

El funcionario señaló que recientemente se devolvió un buque que había declarado no tener pesca, pero mantenía producto en su bodega. “Aclaró la situación, pero mantenemos la vigilancia constante”, subrayó.

Un conflicto que toca fondo

Los pescadores, en cambio, insisten en que el impacto ya es visible: cinco meses sin trabajar y una caída sostenida en las capturas de jibia. “Queremos que el Gobierno se haga responsable, muchos ya no tienen ni para comer”, fue la frase que más se repitió en los muelles.

Finalmente, las autoridades reiteran que no hay evidencia de pesca ilegal dentro de las aguas chilenas, aunque reconocen que el monitoreo de la flota extranjera seguirá siendo una prioridad.