Este sábado, miles de personas se congregaron en Santiago y otras 15 ciudades de Chile en el marco de la XXV Marcha del Orgullo LGBTIQA+, con una consigna clara: protestar por el retroceso en derechos humanos y el aumento sostenido de la discriminación. En la capital, la manifestación avanzó desde el GAM hacia La Moneda, en un recorrido pacífico pero cargado de exigencias.

Con banderas, pancartas y cuerpos pintados, los manifestantes coparon el centro de Santiago en una jornada marcada por el llamado de alerta del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), que denunció “el año del retroceso” para los derechos LGBTIQA+ en Chile.

Según cifras entregadas por el mismo organismo, sólo en 2024 se han registrado 2.847 denuncias por discriminación, un aumento del 78,7 % en comparación con el año anterior. De hecho, uno de cada cuatro atropellos registrados en las últimas dos décadas ocurrió este año.

“Lo que estamos viviendo es preocupante. No sólo no avanzamos, sino que retrocedemos. Vemos cómo se cuestionan leyes, programas e incluso la existencia de nuestras identidades”, señalaron desde Movilh.

En el centro de las críticas está el informe aprobado por el Congreso que pone en entredicho el Programa de Apoyo a la Identidad de Género (PAIG), el cual acompaña a niños, niñas y adolescentes trans. El Movilh lo calificó como un “brutal acto de negación de la identidad” que, aunque no tiene fuerza legal, representa una amenaza simbólica para la comunidad.

“Queremos que el Gobierno enfrente esto con claridad. No se puede relativizar nuestra existencia. No se puede callar cuando se vulneran nuestros derechos”, agregaron desde la organización.

En paralelo, también hubo pancartas en defensa del matrimonio igualitario, que si bien fue legalizado en 2022 tras años de presión social e internacional, hoy se siente amenazado por el avance de sectores conservadores en el contexto electoral.

La marcha incluyó expresiones culturales, intervenciones artísticas y mensajes que apuntaron a la construcción de un país inclusivo y sin discursos de odio.