Un video de cámaras de seguridad desató el caos en Rancagua: un supuesto secuestro en plena vía pública encendió las alarmas vecinales y motivó un operativo del OS9 de Carabineros. El hecho ocurrió en la población Nelson Pereira, en la región de O’Higgins, y resultó ser una “broma” organizada por un grupo de jóvenes.

En el registro, que se viralizó rápidamente, se ve cómo un auto se detiene en la esquina de calle Taltal y un sujeto desciende para interceptar a una joven que caminaba tranquilamente por el lugar. Otro joven vigila los alrededores. Luego, entre ambos, suben a la muchacha al vehículo y se marchan.

Vecinos del sector creyeron que estaban presenciando un secuestro real y alertaron de inmediato a Carabineros. El OS9 inició una investigación, identificó el vehículo involucrado y revisó los antecedentes del caso.

Tras analizar el material y cruzar datos, se concluyó que el supuesto secuestro fue una simulación. Una broma orquestada por los mismos involucrados, incluida la “víctima”, para generar impacto.

Sin embargo, las autoridades advirtieron que este tipo de conductas no quedan impunes. Guillermo Benítez, excoronel de Carabineros, fue enfático:

“Quienes están haciendo este tipo de cosas tienen que tener la claridad de que esto no puede salir gratis”.

El abogado y académico Cristóbal Contardi explicó que este tipo de acciones se castigan como desórdenes públicos bajo el Código Penal:

“Se arriesgan penas de presidio menor en su grado mínimo, que van desde los 61 hasta los 540 días”.

Además, agregó que el Estado podría incluso perseguir el cobro de los gastos asociados al operativo policial, aunque reconoció que el proceso sería largo y de carácter civil.