Este sábado 7 de junio se realizó en el Centro de Justicia de Santiago la formalización de los dos principales imputados por el crimen de Francisco Albornoz, el joven técnico farmacéutico de 21 años cuyo cuerpo fue hallado el pasado miércoles en una quebrada de la región de O’Higgins, tras permanecer desaparecido durante 12 días.

Los detenidos son Christian González, médico ecuatoriano, y José Miguel Baeza, chef chileno, quienes habrían estado con el joven la última noche en que se le vio con vida. Ambos enfrentan cargos por homicidio calificado.

La audiencia se desarrolló tras una intensa semana de investigaciones en torno a la muerte de Francisco Albornoz, desaparecido desde el 23 de mayo y cuyo caso estremeció a la opinión pública por la crudeza de los hechos y el tiempo transcurrido antes de dar con su paradero.

Según los antecedentes preliminares, Albornoz habría compartido con los imputados en el departamento de González, ubicado en Ñuñoa. Desde ese momento no hubo más rastros de su paradero. La búsqueda se extendió por varios días, hasta que su cuerpo fue hallado el 4 de junio en una quebrada cercana al río Tinguiririca, en la región de O’Higgins.

“El cuerpo fue encontrado en una zona de difícil acceso, en el sector de Las Peñas, comuna de Placilla”, señaló la fiscal jefe de San Fernando, Jenny Muñoz, quien lidera la investigación.

Tras el hallazgo, el cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Legal (SML), donde se realizan peritajes clave para determinar con precisión la causa de muerte. Aunque aún no se revelan los resultados forenses, la Fiscalía sostiene la hipótesis de homicidio calificado, lo que justificaría la gravedad de los cargos.

Este caso ha generado un fuerte impacto social, tanto por la demora en encontrar al joven como por las circunstancias en que ocurrió su muerte. Organizaciones estudiantiles y familiares han expresado su consternación y piden justicia.

“Francisco era una persona amable, con un futuro brillante. No entendemos cómo pudo terminar así”, expresó una de sus compañeras de estudio.

La investigación sigue en curso, y no se descartan nuevas diligencias ni eventuales cómplices. Por ahora, tanto González como Baeza permanecen en prisión preventiva mientras se define su eventual responsabilidad penal.