viernes 23 mayo de 2025 | Publicado a las 8:54 pm · Actualizado a las 8:54 pm
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Conductor de microbús en Villa Alemana amenaza a pasajeros a alta velocidad
En medio de una pelea vial, el chofer aceleró y amenazó con estrellar la máquina. “Por favor para”, gritaban los pasajeros.

Un viaje de rutina se convirtió en una pesadilla para quienes iban este viernes en la microbús 304 que conecta Villa Alemana con Concón, en la región de Valparaíso. Un video difundido en redes sociales muestra al conductor conduciendo a alta velocidad mientras amenaza con chocar intencionalmente, en medio de gritos, llantos y súplicas de los pasajeros. El incidente se habría originado por una pelea vial con el chofer de un camión.
Todo comenzó con un altercado callejero: el conductor de la micro, visiblemente fuera de sí, descendió del vehículo, golpeó el retrovisor de un camión e insultó al otro chofer. Al volver a su asiento, no sólo retomó la conducción, sino que empezó a lanzar amenazas explícitas contra quienes iban a bordo.
«Yo voy a chocar a este cul… (sic). Voy a chocar esta hue… (sic)», se le oye gritar en el video mientras el terror se apodera del ambiente.
Los gritos de los pasajeros, muchos de ellos rogando que se detuviera, no surtieron efecto. El hombre continuó la marcha a gran velocidad durante varias cuadras. «Por favor para» y «me quiero bajar», se escucha entre el llanto.
Al final, algunos pasajeros lograron bajarse y grabaron la patente del vehículo, dejando registro del momento. El registro rápidamente se viralizó.
Rodrigo Sánchez, representante de la línea 304, confirmó a T13 que el hecho ocurrió en abril y que, tras tomar conocimiento del video, el conductor fue despedido de inmediato.
Este hecho no es aislado. En semanas anteriores, se reportó un incidente similar en Providencia, donde un chofer golpeó violentamente a otro tras un conflicto vial. En ese caso, también se supo que el agresor tenía antecedentes previos.
La seguridad en el transporte público vuelve a estar en el centro del debate. Muchos usuarios reclaman controles psicológicos más rigurosos, además de canales de denuncia que realmente funcionen.