El ascensor Artillería de Valparaíso, uno de los íconos patrimoniales más reconocidos de la ciudad, permanece fuera de servicio desde 2021. Su restauración, esperada por años, se vuelve a aplazar luego de que la licitación fuera declarada desierta por el Ministerio de Obras Públicas. ¿La razón? La única oferta recibida fue por $12 mil millones, muy por encima de los $7 mil millones presupuestados oficialmente.

El nuevo revés alarga una espera de tres años y alimenta el malestar entre organizaciones patrimoniales y comerciales de la ciudad. Desde la Asociación de Conservadores de Ascensores y la Cámara Regional del Comercio de Valparaíso (CRCP) advirtieron el grave impacto del cierre prolongado de este y otros funiculares.

El deterioro de los ascensores se refleja de una nefasta política que perpetúa el abandono de elementos icónicos e históricos”, declaró Javier Torrejón, presidente de la CRCP.

Actualmente, solo tres ascensores estatales están operativos, mientras 13 permanecen cerrados, incluidos sistemas emblemáticos como Cordillera, Espíritu Santo y Concepción. Este escenario no solo afecta al turismo, sino también al comercio local y la movilidad cotidiana de los cerros.

Desde el gremio patrimonial exigen al Estado una política pública clara y sostenida, que no dependa del vaivén de presupuestos ni de licitaciones que no llegan a puerto.

Si no hay voluntad política real, estos ascensores pasarán de monumentos históricos a ruinas urbanas”, advirtió una fuente ligada a la conservación del patrimonio porteño.