En un duro comunicado, el directorio de TVN reconoció la inviabilidad económica del canal estatal y anunció que no seguirá endeudando la empresa para financiar su operación. La declaración llega tras registrar pérdidas por $18.534 millones en 2024, las peores en casi una década.

El documento oficial es contundente: “Consideramos nuestro deber informar a la ciudadanía que las condiciones expuestas bajo el actual modelo de televisión pública hacen imposible la viabilidad económica de la empresa”.

El texto añade que continuar con el financiamiento vía deuda para gasto corriente “no sería responsable”, marcando así un antes y después en la historia del canal.

La declaración del directorio identifica tres factores clave que explican la crítica situación.

El cambio tecnológico y cultural ha transformado radicalmente el consumo de contenidos audiovisuales. Los ingresos publicitarios, que representaban el sustento principal del canal, han caído a menos de la mitad en dos décadas. A esto se suma una estructura de costos fijos diseñada para otra era de la televisión.

Frente a este escenario, el directorio hizo un llamado explícito a las autoridades para que “adopten decisiones de fondo”. Si bien no especificó medidas concretas, fuentes cercanas al canal mencionan que se evalúan alternativas como un mayor aporte fiscal, posibles alianzas estratégicas con otros medios públicos, o incluso un cambio en el modelo de propiedad que permita la entrada de capital privado.

La decisión de no seguir endeudando la empresa tendrá efectos inmediatos en la operación diaria del canal. Mientras tanto, trabajadores y sindicatos han expresado su preocupación por la sostenibilidad de los puestos de trabajo.

Analistas coinciden en que TVN enfrenta su momento más crítico desde su creación, con el agravante de que su crisis se da en paralelo a la transformación digital de toda la industria de medios tradicionales.