El féretro del papa Francisco fue trasladado este sábado desde la Plaza de San Pedro hasta la basílica de Santa María la Mayor, recorriendo seis kilómetros por las calles de Roma, donde fue acompañado por fieles y autoridades religiosas.

La procesión partió de la emblemática Plaza de San Pedro, donde miles de personas se congregaron para despedir al pontífice. El cortejo recorrió parte del antiguo trazado de la Vía Papalis, pasando frente al Coliseo y los Foros Imperiales, sitios cargados de historia y simbolismo.

Finalmente, el féretro fue recibido en la basílica de Santa María la Mayor por decenas de cardenales y religiosos, quienes realizaron una ceremonia de entierro privada, cumpliendo así con los deseos del pontífice.

La tumba del Papa Feancisco se ubica entre la Capilla Paolina, donde se exhibe ese icono mariano y la de la familia Sforza.

Se encuentra ubicada en la tierra, con una lápida de mármol blanco con la inscripción ‘FRANCISCUS’ y una reproducción ampliada de su cruz pectoral en plata.

La sencillez y la espiritualidad marcaron el último adiós a Francisco, en una jornada llena de emoción y recogimiento.