El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó a la baja sus proyecciones económicas para Chile, anticipando un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de solo 2% para 2025, medio punto porcentual menos que su estimación anterior de noviembre pasado. Este ajuste se enmarca en un escenario internacional complejo que afecta especialmente a las economías emergentes.

Según el informe de Perspectivas Económicas Mundiales publicado este martes, el FMI espera que la economía chilena muestre una moderada recuperación en 2026, con una expansión del 2,2%. Estas cifras se dan en un contexto donde el crecimiento mundial caería de 3,3% en 2024 a 2,8% este año, representando una rebaja de 0,5 puntos porcentuales respecto a las proyecciones de enero.

Para América Latina y el Caribe, el organismo proyecta una desaceleración desde el 2,4% de 2024 a 2% en 2025, con revisiones negativas especialmente para México (-0,3%) debido al impacto de los aranceles impuestos por Estados Unidos y un endurecimiento de las condiciones de financiamiento globales.

En cuanto a otros indicadores clave para Chile, el FMI estima que la inflación promediaría 4,4% este año, tras el 3,9% de 2024, moderándose a 3,2% en 2026. El desempleo se mantendría estable en 8,1% tanto para 2025 como para 2026, mientras que el déficit en cuenta corriente sería de -2,1% del PIB este año y -2,4% el próximo.

Argentina emerge como caso atípico en la región, con un rebote proyectado de 5,5% en 2025 tras la caída de 1,7% en 2024. Otras economías como Perú (2,8%), Uruguay (2,8%) y Colombia (2,4%) mostrarían desempeños modestos. El FMI advierte que las tensiones geopolíticas y financieras globales continúan presionando a las economías emergentes, lo que explica en parte estas revisiones a la baja.