El príncipe Harry fue acusado el domingo de intimidación y acoso por Sophie Chandauka, presidenta de la organización benéfica Sentebale, que el príncipe cofundó en 2006. El conflicto se desató tras una disputa interna, que culminó con el abandono de la ONG por parte del hijo menor del rey Carlos III, quien expresó estar «devastado» por la situación.

Sentebale, una ONG que trabaja en África para ayudar a niños huérfanos debido al sida, fue en su momento un compromiso importante para el príncipe Harry, especialmente después de su ruptura con la monarquía británica en 2020. Sin embargo, la relación con la organización se deterioró tras un conflicto con la nueva presidenta, Sophie Chandauka, nombrada en 2023. Según Chandauka, el príncipe Harry intentó forzar su salida de la ONG mediante meses de intimidación y acoso, lo que habría creado un ambiente tenso dentro de la organización.

En una entrevista con Sky News, Chandauka afirmó tener pruebas de sus acusaciones, y detalló cómo el príncipe Harry habría tratado de expulsarla, lo que generó un conflicto dentro del consejo de administración de Sentebale. A su vez, fuentes cercanas a los administradores de la ONG indicaron que veían esta disputa como una «maniobra publicitaria» de la presidenta para ganar atención mediática.

El conflicto se intensificó cuando Chandauka denunció la pérdida de donantes importantes, alegando que la salida de Harry de Reino Unido en 2020 había tenido un impacto negativo en las finanzas de la ONG. Además, comentó sobre un incidente en 2023, cuando el príncipe Harry llevó un equipo de rodaje de Netflix a un evento de recaudación de fondos, algo que según ella no fue bien recibido.

Kelello Lerotholi, exdirector del consejo de administración, desmintió que el príncipe Harry hubiera solicitado una declaración pública para apoyar a Meghan Markle, como indicó Chandauka. «Nunca presencié ninguna solicitud de este tipo», dijo Lerotholi.

Con todo esto, la disputa está lejos de resolverse y el caso ha sido remitido a los tribunales. Mientras tanto, Harry sigue en California, con su esposa Meghan Markle y sus hijos, ajeno a la creciente controversia en torno a la ONG que cofundó.