n acto de valentía y rápida reacción salvó la vida de Emma, una niña de seis años que estuvo a punto de morir ahogada en su casa en la comuna de Buin, Región Metropolitana. La menor se había tragado dos monedas de 10 pesos, lo que provocó su asfixia. Afortunadamente, un bombero de la Cuarta Compañía de Linderos acudió al rescate, evitando una tragedia.

La pequeña Emma se encontraba jugando en su hogar con su hermana, de tres años, cuando de repente comenzó a sentirse mal. Según relató su padre, José Revello, fue su hermana quien alertó a los adultos: “La Emma no puede respirar”. En ese momento, la niña estaba completamente roja y no podía hablar, lo que generó pánico en la familia.

«Lo único que atiné fue a pegarle fuerte en la espalda. Después de eso vomitó algo y pudo respirar un poco», comentó José a Las Últimas Noticias. Sin embargo, este primer intento de ayuda no fue suficiente, por lo que el padre decidió llevar rápidamente a la niña hasta el cuartel bomberil, que estaba a pocos metros de su casa.

Al llegar al cuartel, Claudio Díaz, bombero voluntario, evaluó la situación y, ante la gravedad, optó por trasladar a la niña en su camioneta al hospital en lugar de esperar la ambulancia. “La niña estaba consciente, pero obstruida y vomitando. Estaba a punto de perder la consciencia», relató el bombero.

Mientras transitaban hacia el hospital, Claudio Díaz decidió realizarle la maniobra de Heimlich, lo que, afortunadamente, permitió que la niña comenzara a mejorar y pudo respirar con más facilidad. Al llegar al hospital, se detectó que una de las monedas estaba atascada en su esófago, lo que requirió una extracción mediante endoscopia en el Hospital Exequiel González Cortés.

“Si los bomberos no hubieran actuado, como lo dijo el médico, yo hoy estaría llorando a mi hija. Son la mejor institución del país. Para mí, no hay otra como ellos”, expresó José, el padre de Emma, visiblemente emocionado y agradecido.