Venezuela respondió con molestia a la decisión de Chile de llevar el caso del exteniente Ronald Ojeda ante la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya. El gobierno de Nicolás Maduro rechazó enérgicamente la denuncia, calificándola de “absurda farsa” y asegurando que se trata de un intento de Chile por “dañar la política exterior”.

El comunicado emitido por el gobierno venezolano el viernes se mostró crítico y acusó a Chile de basarse en “mentiras y falsedades” para presentar un caso en La Haya. Según fuentes cercanas al gobierno venezolano, la acusación no tiene fundamento y refleja una postura similar a la política de Sebastián Piñera, utilizando “operaciones de falsa bandera” para perjudicar a Venezuela.

El gobierno de Maduro también expresó que la denuncia de Chile ante la Corte Penal Internacional es “jurídicamente insostenible” y “una maniobra vergonzosa”. Aseguraron que La Haya no es el lugar para tratar estos “montajes mediáticos” y que las autoridades chilenas no comprenden cómo operan los mecanismos de la Corte. Además, Venezuela acusó a Chile de actuar en función de los intereses de los Estados Unidos, buscando “erosionar la soberanía” de los países.

Venezuela aprovechó la ocasión para cuestionar las prioridades de Chile, pidiendo que se enfoque en resolver sus propios “graves problemas internos” como la violación de los derechos humanos del pueblo mapuche y la represión de la protesta social, en lugar de generar conflictos internacionales.