Hay noches que quedan marcadas en la memoria, y este lunes 17 de marzo fue una de ellas. Camilo aterrizó en Santiago con el primero de sus dos conciertos en el Movistar Arena, regalándole a su “tribu” un espectáculo lleno de amor, magia y un torbellino de emociones.

Desde el primer acorde, una sonrisa iluminaba los rostros de los miles de asistentes. Familias enteras, parejas que se abrazaban al ritmo de cada canción y personas que llegaron solas pero que, en este rincón del mundo, encontraron su lugar.

Y es que “Nuestro Lugar Feliz” no pudo tener un nombre más acertado: Camilo convirtió el Movistar en un refugio de alegría pura.

El colombiano no solo trajo su inconfundible voz, sino una puesta en escena vibrante y una banda que, más que músicos, parecían cómplices de una gran aventura musical. Canciones como “Aeropuerto”, “Kesi”, “Plis” y “Autodiagnóstico” hicieron cantar a todo pulmón a los asistentes, quienes se entregaron por completo a la energía del show.

Uno de los momentos más especiales de la noche llegó con “Querida Yo”, interpretada junto a la cantautora argentina Yami Safdie. La emoción en el ambiente era palpable, como si por unos minutos todos hubieran sido transportados a un lugar donde los sueños se cumplen.

Sin duda, el amor fue protagonista, cuando, Evaluna, la musa y compañera de vida de Camilo, subió al escenario para compartir con él un instante de conexión absoluta. Entre miradas, sonrisas y voces que se entrelazaban, recordaron a todos que el amor no es solo una historia de ficción, sino una realidad que puede vivirse en cada nota. Y por si fuera poco, la magia se multiplicó con al menos cuatro propuestas de matrimonio durante “La Boda”, cada una ovacionada con emoción por el público y por el propio Camilo.

Desde la primera fila, los padres del artista fueron testigos de este espectáculo de amor y música, saludando con ternura a los fans que se acercaban a ellos, como si fueran parte de una gran familia.

El cierre llegó con “Vida de Rico”, en medio de un estallido de color, globos gigantes y la promesa latente de un pronto regreso. Camilo no solo dio un concierto, sino que creó un espacio donde el amor y la felicidad fueron los protagonistas. Y por una noche, todos en el Movistar Arena sintieron que nuestro lugar feliz está donde podemos ser nosotros mismos.