El gobierno de Javier Milei ha acusado a grupos kirchneristas y de izquierda de orquestar un “intento de golpe de Estado” tras los violentos enfrentamientos ocurridos cerca del Congreso de la Nación. Las protestas, que contaron con el apoyo de barras bravas del fútbol argentino, dejaron más de 100 detenidos y al menos 20 heridos.

Las manifestaciones, que comenzaron como una protesta de jubilados, se tornaron violentas cuando los manifestantes, apoyados por barras bravas, se enfrentaron con la policía. Según el gobierno, estos disturbios fueron fomentados por sectores de izquierda y el kirchnerismo, quienes, según la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, tienen la intención de desestabilizar al gobierno. “Los manifestantes eran parte de agrupaciones kirchneristas y de izquierda”, afirmó Bullrich, quien adelantó que se tomarán acciones legales por sedición y resistencia a la autoridad.

Por otro lado, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, denunció que el objetivo de la protesta era generar caos y promover un golpe de Estado, utilizando las barras bravas para encubrir sus fines. “Intentaron defender derechos de jubilados, pero lo que realmente querían era desestabilizar el gobierno”, explicó Francos.