Santiago, 29 de enero de 2025 – El Congreso de Chile aprobó una reforma estructural al sistema previsional, marcando un cambio significativo en la forma en que los ciudadanos accederán a sus pensiones. La nueva ley introduce un modelo mixto que combina capitalización individual con un seguro social, además de aumentar la cotización y fortalecer la Pensión Garantizada Universal (PGU).

Principales cambios del nuevo sistema previsional

1. Aumento de la cotización previsional
La tasa de cotización subirá gradualmente del 10% actual al 17%, con un aporte del 8.5% a cargo de los empleadores, implementado en un plazo de nueve años. Este incremento busca mejorar las pensiones futuras.

2. Creación de un sistema mixto
El modelo previsional ahora combinará cuentas individuales con un fondo de Seguro Social, beneficiando a quienes tengan menores ahorros o interrupciones en sus cotizaciones, como mujeres y trabajadores informales.

3. Cambios en la administración de fondos de pensiones
Las AFP seguirán operando, pero con modificaciones. Se establecerán Fondos Generacionales y se permitirá la entrada de nuevas entidades administradoras, fomentando la competencia. Además, las licitaciones de cartera de afiliados se realizarán cada dos años para garantizar mejores condiciones para los cotizantes.

4. Fortalecimiento de la Pensión Garantizada Universal (PGU)
El monto de la PGU aumentará con financiamiento fiscal, permitiendo mejorar las pensiones mínimas garantizadas, especialmente para adultos mayores en situación de vulnerabilidad.

5. Medidas para reducir la brecha de género
Se incorporarán mecanismos para equiparar las pensiones entre hombres y mujeres, considerando factores como interrupciones laborales y mayor esperanza de vida femenina.

Próximos pasos e impacto en la población

El Gobierno ha señalado que la implementación será progresiva y que la reforma busca garantizar pensiones más dignas para las futuras generaciones. Mientras tanto, la Administración Federal de Pensiones y la Superintendencia de Pensiones supervisarán el proceso de transición.

Con este cambio, Chile da un paso clave en la modernización de su sistema previsional, respondiendo a una de las principales demandas sociales de los últimos años.