Un trágico accidente aéreo ocurrió la noche del miércoles en Washington, Estados Unidos, cuando un helicóptero militar Black Hawk chocó con un avión comercial de American Airlines durante su aterrizaje. El avión explotó y cayó al río Potomac, dejando 67 víctimas fatales, entre ellas, un argentino y su hijo de 13 años, quienes regresaban de un campeonato de patinaje artístico.

El accidente, que ocurrió alrededor de las 9:00 p.m. en las cercanías del aeropuerto Ronald Reagan, no dejó sobrevivientes, según confirmó el presidente Donald Trump en conferencia de prensa. “Tristemente, no hay sobreviviente alguno. Fue una noche oscura para nuestra nación, una tragedia de proporciones horribles”, señaló el mandatario.

Según consignan varios medios internacionales, entre los fallecidos se encontraba un contador argentino, vicepresidente de una empresa de energía eléctrica con sede en Arlington, Virginia, quien viajaba junto a su hijo, un joven patinador de 13 años. Ambos abordaron el vuelo 5342 de American Airlines en Wichita, Kansas, tras participar en el campeonato 2025 Prevagen US Figure Skating.

El Gobierno argentino confirmó la muerte de ambos en comunicación con medios locales. La madre y esposa de las víctimas esperaba en el aeropuerto cuando ocurrió la tragedia, y posteriormente recibió la noticia junto a otros familiares en el lugar.

El avión transportaba a varios miembros de la comunidad de patinaje artístico de Virginia, incluyendo entrenadores y patinadores menores de edad, quienes también perdieron la vida. Entre los fallecidos, destacan los renombrados ex patinadores rusos Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, según confirmó el Kremlin.

La Federación de Patinaje Artístico de Estados Unidos expresó su pesar en un comunicado: “Hemos perdido a valiosos miembros de nuestra comunidad en esta tragedia. Extendemos nuestras condolencias a las familias afectadas”.