Este viernes 24 de enero, el Gobierno de Estados Unidos, liderado por el presidente Donald Trump, llevó a cabo una operación de deportación masiva de inmigrantes ilegales. En total, 538 personas fueron expulsadas, incluyendo miembros del Tren de Aragua y condenados por delitos graves.

Durante la jornada, la portavoz Karoline Leavitt destacó que esta operación marca «la mayor deportación masiva de la historia» y reafirma el compromiso de la Administración Trump con la seguridad fronteriza. La operación incluyó el uso de aeronaves militares y apuntó a inmigrantes ilegales con antecedentes criminales.

En sus redes sociales, Leavitt señaló: “Promesas hechas, promesas cumplidas. La Administración Trump está enviando un mensaje fuerte al mundo”.
Por su parte, la Casa Blanca publicó en la plataforma X (anteriormente Twitter) una imagen de los deportados en fila y con cadenas, acompañada del mensaje: “Aquellos que entren ilegalmente a Estados Unidos se enfrentarán a graves consecuencias”.

Entre los detenidos destacan cuatro miembros del Tren de Aragua y varios condenados por abuso sexual de menores, reforzando la narrativa del Gobierno sobre la relación entre inmigración ilegal y criminalidad.