Fabrizio Copano, demostró que sabe lo que hace.

El humorista se reencontró este jueves con su público en el Festival de Viña del Mar.

No obstante, para iniciar su presentación, Copano tuvo que esperar que los animadores calmaran al público que continuaba pidiendo que Christina Aguilera regresara al escenario a pesar que ella terminada su presentación viajó a Santiago.

Al iniciar el show, el humorista saludó a la Quinta Vergara, comenzando a escucharse pifias, debiendo Copano detener su presentación.

Poniendo atención al reclamo del público, donde varios gritos mencionaban que el audio no se escuchaba,  la situación  fue rápidamente corregida por la organización.

«¿Por qué me hacen esto?», preguntó el comediante ya más calmado.

Tras sobreponerse a las críticas, Copano comenzó su rutina cargada de chistes cortos e irónicos, conquistando rápidamente al público presente.

El humorista comenzó a interactuar con varias personalidades del jurado como por ejemplo el periodista José Luis Repenning de quien aseguró que es Kike Morandé.

Luego fue el turno de hacer chistes sobre Gonzalo Valenzuela, cuando el público comenzó a pedir un beso entre el comediante y el actor, a lo que ambos accedieron, dando lugar a un “piquito” en la Quinta Vergara.

Las vacunas durante la pandemia, su vida de casado, y bromas sobre el Presidente Boric, fueron los chistes que arrancaron más risas al monstruo festivalero.

“Yo creo que te guste o no el Presidente de Chile, lo importante es hue…”, remarcó, agregando que “y el amigo igual la hace fácil, ninguna chaqueta le queda bien”, remató el artista.

Cuando llegó el turno de hablar sobre el reggaetón, Copano reveló que su exponente favorito es Marcianeke quien se encontraba entre el público y a quien saludo amablemente, para comenzar a hacer chistes sobre él, sus canciones y la música urbana.

El público premió su presentación entregándole la gaviota de plata, para dar paso a un bis que estuvo marcado una vez más por chistes irónicos y de risa rápida.

Finalmente, de pie, el público aplaudió a Copano entregándole la apreciada gaviota de oro y pidiendo un nuevo bis, el que partió pidiendo que se apoyen a las nuevas generaciones de humoristas.

De forma sorpresiva, y recordando un chiste donde a él, Ruminot y Freire les decían que son de Los Bunkers, sus ex compañeros del Club de la Comedia hicieron ingreso al escenario ante el asombro de el publico.

Pero eso no fue todo, con una música incidental, se abrió la escenografía, apareciendo en el escenario el “Guatón Salinas” junto a los Bunkers, logrando que el público aplaudiera y ovacionara el cierre de una rutina, que quedará en la historia del Festival de Viña del Mar, como una de las mejores que pasó por el escenario de la Quinta Vergara.