Una entrevista de trabajo es el momento para demostrar los conocimientos que nos hacen ideales para el puesto al que nos hemos postulado, pero también es ideal para lograr que la empresa confíe en nosotros. Y para hacernos con esta confianza debemos saber cómo gestionar nuestras debilidades.

Primero, debemos lograr la entrevista. Para ello, debemos de tener una carta de vida perfecta, que llame la atención y sobresalga sobre el resto para que el reclutador pueda fijarse en nosotros.

Por ello siempre es recomendable ver algún ejemplo de un cv de CVMaker, de esta forma lograremos crear un currículum que de en el blanco en cada oferta. Una vez listo esto, es momento de prepararnos de forma consciente para la entrevista.

Debemos aprender lo necesario para la empresa, repasar nuestros conocimientos y por supuesto, ser puntual, aclarar nuestras dudas, demostrar nuestro interés por aprender y que podemos beneficiar a la empresa con nuestro servicio.

Tus debilidades no tienen porqué ser algo negativo

La clave para impresionar en una entrevista de trabajo son relativamente sencillas, en primer lugar debemos explicar todo haciendo referencia al trabajo en equipo, es decir, siempre en plural y nunca en de forma individual.

Pero aún más importante, debemos describir nuestras debilidades de forma positiva, reconocer nuestros errores y confesar que hay cosas que desconocemos, esto logra una buena conexión y cercanía con el reclutador.

Dejar en evidencia nuestras debilidades nos hace más humildes y crea la confianza que necesitamos. Pero siempre debemos dejar claro que somos capaces de aprender y que nuestras debilidades pueden convertirse en una fortaleza.

“A veces puedo ser demasiado detallista”

Expresar que somos una persona que se concentra enormemente en los detalles, indica que somos alguien que intenta conseguir un trabajo perfecto. Pero esto tiene su connotación negativa, ya que podría asumirse que podemos ser algo obsesivos o lentos.

Sin embargo, debemos hacer que esta debilidad sea vista desde una perspectiva positiva, para ello podemos indicar que nos concentramos demasiado en los detalles y analizamos todos los aspectos de forma minuciosa.

Pero que hemos estado trabajando para enfocarnos en la perspectiva general, de forma que podamos garantizar una calidad inigualable sin quedarnos estancados en detalles pequeños que afecten nuestra productividad o la del equipo para cumplir con los plazos.

“Me cuesta mucho abandonar un proyecto”

Si nuestra debilidad es que no podemos dejar a medias un trabajo en el que hemos invertido mucho esfuerzo para pasar a hacer otro, debemos dejar claro que esto podría servir para eliminar errores que pueden pasar desapercibidos. Aunque, ten presente que esto podría ser una señal de que eres adicto al trabajo.

En cualquier caso, para pasar esta debilidad como algo positivo, debemos hacer que el reclutador no vea esta postura como un problema para cumplir con los plazos. Para esto debemos explicar que nos esforzamos para estar dentro de las fechas límites.

Podemos indicar que nos cuesta dejar un proyecto, que somos el mayor crítico de nuestro esfuerzo. Siempre encontramos algo que puede ser mejorado, pero para evitar que esto afecte las fechas de entrega, solemos establecer periodos para revisiones, así garantizamos que ningún cambio se realice a último minuto.

“En ocasiones me cuesta un poco pedir ayuda”

Tener la capacidad de solicitar ayuda es fundamental, ya demuestra que sabemos cuales son nuestros conocimientos profesionales, mientras que solicitar ayuda permite mantener la eficiencia en todo el proceso.

Para expresar esta debilidad debemos explicar que entendemos la importancia de pedir ayuda, pero que estamos trabajando en mejorar este aspecto.

Por ejemplo, podemos decir que somos independientes y nos cuesta pedir ayuda cuando la necesitamos, pero que hermosa aprendido que es más beneficio para nosotros, el equipo y la empresa solicitar ayuda cuando hay algo que no tenemos claro o cuando estamos agotados.

También podemos decir que entendemos que estamos rodeados de expertos que tienen conocimientos y habilidades que pueden ayudarnos a mejorar, ya que podemos aprender de ellos. Y que mientras nos esforzamos en trabajar esta debilidad, hemos sido capaces de aumentar la calidad de nuestro trabajo solicitando un poco de ayuda.

“En ocasiones me falta confianza”

Esta es una de las debilidades más comunes dentro del mundo laboral. Esto puede afectar el rendimiento general de la compañía, al no poder expresar nuestros puntos de vista, por ejemplo.

Si esta es tu debilidad, el discurso con el reclutador deberá estar relacionado a cómo valoramos la confianza y cómo trabajamos para vencer este “miedo”.

Podemos señalar que antes hemos tenido problemas de confianza, pero que con el pasar del tiempo has empezado a notar cómo tus contribuciones han ayudado a tu equipo y a la organización, de forma que nos sentimos más cómodos gracias a nuestros talentos y habilidades.

De igual forma puedes indicar que nos hemos propuesto expresar nuestras opiniones e ideas cuando creemos que pueden aportar valor, debido a que podrían ayudar a mejorar procesos y descubrir inconvenientes que nadie más ha visto.

Necesito aprender más sobre…, me vendría bien ganar experiencia en..

No debemos mostrarnos como unos sabelotodo en la entrevista. Todos los puestos de trabajo requieren de habilidades y conocimientos distintos. En algunos de estos seremos unos expertos, mientras que en otros vendría bien profundizar.

Es necesario ser honestos, y si hay un tema en el que necesitemos mejorar, exponerlo. Compartir algo en lo que creemos que podemos mejorar es una forma de mostrarle al reclutador que estamos conscientes de nuestras capacidades y que somos capaz de desafiarnos a nosotros mismos.

“No me siento cómodo al trabajar con incertidumbre”

Si somos de esos trabajadores que no se sienten cómodos con entornos muy flexibles que no indiquen de forma explícita el camino que debemos tomar, podemos aprovechar la oportunidad para hablar sobre esta debilidad de forma positiva.

Una buena forma para lograrlo es indicar cómo hemos obtenido logros importantes al seguir las indicaciones marcadas por los directivos, pero claro, también debemos añadir cómo hemos mejorado al enfrentarnos a tareas ambiguas.

“He aprendido a organizarme para no entregar los trabajos en la fecha límite”

Si tenemos inconvenientes con los detalles y terminamos ahogándonos con las fechas de entrega, es importante que indiquemos cómo hemos mejorado la forma de estructurar nuestro calendario para trabajar en esta debilidad.

No hay duda que la organización es clave para las empresas, por lo que contar con empleados que puedan cumplir con los objetivos en los plazos establecidos es indispensable. Pero es un aspecto muy difícil para muchos, por lo que no será una gran desventaja, y si explicamos cómo estamos solventando esta debilidad, dejaremos una muy buena imagen ante el entrevistador.

En conclusión, sin importar cuál sea nuestra debilidad, la podemos plantear como una fortaleza, todo está en nuestro discurso. Por lo tanto, no dudes en practicar antes de la entrevista algunas formas en las que puedes plantear aquellos aspectos en los que cojeamos.