El sacerdote jesuita, Felipe Berríos, se refirió en una entrevista con La Tercera a las denuncias por “actos de significación sexual” en su contra, las cuales lo mantienen alejado de sus funciones sacerdotales.

Al respecto, Berríos repasó los hechos y entregó su visión de las acusaciones indicando que detrás de la acusación en su contra hay una estrategia comunicacional impulsada por el abogado Juan Pablo Hermosilla.

Consultado a su reacción a las acusaciones recaídas en su contra, indicó que “fue la de cualquier persona a la que acusan de algo que no ha hecho: Incredulidad, desazón, rabia. Me gustaría decirle otra cosa, pero no le puedo mentir. Me he acordado de tantas personas que he conocido en mi vida sacerdotal y a las que he tratado de apoyar producto de las situaciones de injusticia que les ha tocado vivir. Ha sido duro”.

En esta misma línea, Jesuita afirmó que existe una campaña en su contra agregando que “Más allá de lo publicado en uno u otro medio, lo indesmentible es que acá se montó una estrategia comunicacional. Le recuerdo que la propia abogada investigadora contratada por la Compañía de Jesús salió a desmentir varias de esas publicaciones”, expuso.

“Acá hay un modus operandi muy claro de la Fundación para la Confianza, que se presta para un show mediático a través de su abogado, el señor (Juan Pablo) Hermosilla (…) la fundación filtra información a la prensa y protagoniza reportajes incluso en televisión. Y acá quiero ser muy claro: la Fundación para la Confianza lleva adelante una causa loable y necesaria para contribuir a que no haya abuso infantil en Chile, causa que comparto en un mil por ciento. Sin embargo, es evidente que en el último tiempo sus prácticas y estándares no han sido los adecuados», añadiendo que “Esto es un juicio mediático y mediáticamente estoy marcado”, dijo.

Respecto a la sanción de abandonar La Chimba, declaró estar “muy triste”, señalando que se encuentra a la espera de que el provincial “levante a la brevedad esa cautelar, pues no hay motivo para mantenerla. Colaboré ampliamente en la investigación y ya presté declaración. Tengo un trabajo en La Chimba y muchos pobladores me han manifestado que me necesitan de vuelta, así es que espero volver pronto”.

Finalmente, el religioso declaró que su vocación es “jugármela por el Evangelio de Jesús, identificarme con quienes Él se identificó. Es lo que he tratado de hacer toda mi vida y lo que seguiré haciendo”, por lo no ha pasado por su mente renunciar.