Por primera vez, Felipe Berríos se refirió a las denuncias que lo mantienen alejado de sus funciones como sacerdote y de La Chimba a cusa de una investigación previa canónica por “actos de significación sexual”.

En conversación con La Tercera, Berríos señaló que se encuentra a la espera de la decisión del Vaticano, apuntando a que detrás de la acusación en su contra existe una estrategia comunicacional impulsada por el abogado Juan Pablo Hermosilla. “Esto es un juicio mediático y mediáticamente estoy marcado”, dijo.

El sacerdote declaró que cuando se enteró de la denuncia en su contra, “mi reacción fue la de cualquier persona a la que acusan de algo que no ha hecho: incredulidad, desazón, rabia. Me gustaría decirle otra cosa, pero no le puedo mentir. Me he acordado de tantas personas que he conocido en mi vida sacerdotal y a las que he tratado de apoyar producto de las situaciones de injusticia que les ha tocado vivir. Ha sido duro”.

Con relación a la posibilidad de defensa, recalcó que “en el caso de una acusación canónica, yo prefiero la justicia abierta de todos los chilenos donde poder defenderme. Esa sensación de injusticia, de tener una jurisprudencia distinta a la de todos los chilenos es lo que más duele”.

Además, aseguró que conocía solo a una de las cuatro denunciantes “Hace unos 25 años conocí y acompañé a padres y madres que perdieron a sus hijos en un terrible accidente. Entre ellos estaban los abuelos de una denunciante. Las veces que teníamos misas y aniversarios se juntaban muchos familiares y siempre había un grupo de niños dando vueltas. Entre ellos estaba la denunciante, que entonces tendría unos siete años”.

Respecto a que fueron varias las denunciantes que testificaron en su contra, el sacerdote jesuita afirma que se trata de una campaña en su contra: “Más allá de lo publicado en uno u otro medio, lo indesmentible es que acá se montó una estrategia comunicacional. Le recuerdo que la propia abogada investigadora contratada por la Compañía de Jesús salió a desmentir varias de esas publicaciones”.

“Acá hay un modus operandi muy claro de la Fundación para la Confianza, que se presta para un show mediático a través de su abogado, el señor  Hermosilla (…) la fundación filtra información a la prensa y protagoniza reportajes incluso en televisión. Y acá quiero ser muy claro: la Fundación para la Confianza lleva adelante una causa loable y necesaria para contribuir a que no haya abuso infantil en Chile, causa que comparto en un mil por ciento. Sin embargo, es evidente que en el último tiempo sus prácticas y estándares no han sido los adecuados”, acotó.