Para el mes de agosto está programado el inicio de la última fase de rehabilitación del Oleoducto Transandino, que une la provincia de Neuquén con la Región del Biobío, continuando con el proceso iniciado a finales de 2021 y que apunta a retomar las operaciones durante el primer trimestre del próximo año.

El ducto de la empresa OTC-OTA tiene 425 kilómetros de extensión y pertenece a una alianza entre ENAP, YPF y Chevron. Se encuentra inactivo desde 2006, sin embargo, con el repunte en los últimos años de la actividad en Vaca Muerta, Argentina, se convirtió en un valioso objetivo estratégico para el traslado de crudo hacia el Pacífico.

Respecto del proceso de rehabilitación se ha indicado que este comprende  la exhaustiva revisión de los estanques de origen y destino, junto con la realización de pruebas para comprobar el estado de la estructura del oleoducto, cuya capacidad diaria es de 18 mil metros cúbicos. En esta etapa final, el ducto es llenado de agua para realizar la in-line inspection y chequear que no existan fallas de material.

Junto a ello, se detalló que ENAP cuenta con la opción de acceder al crudo que se transportará por el ducto y espera poder satisfacer cerca del 30% de la demanda de su Refinería Bío Bío. Además, el diferencial de crudo transferido por el oleoducto no adquirido por ENAP, podría ser exportado desde Argentina como carga en tránsito a través del Puerto de San Vicente.

“Hasta ahora, la rehabilitación del ducto se ha ceñido a lo estipulado en el calendario trazado por OTC y OTA. Tenemos la confianza de que esta etapa final mantenga esa misma tendencia, sin deficiencias ni fallas, y podamos reiniciar las operaciones durante el primer trimestre de 2023. De esta forma, se recuperará infraestructura muy importante para el desarrollo de los negocios de nuestra empresa”, dijo el gerente general de ENAP, Julio Aranis.

Cabe señalar que la inversión para el programa de revisión del ducto fue de 13 millones de dólares.