Investigadores del Centro de Investigación GAIA de Antártica de la Universidad de Magallanes lograron recuperar  en la zona del Glaciar Tyndall, en la Patagonia chilena, el primer fósil completo de una ictiosauria adulta.

En este sentido, desde la expedición paleontológica desarrollada entre marzo y abril de este año, destacaron que este ejemplar es la única hembra preñada de edad Valanginiana – Hauteriviana (que tiene entre 129 y 139 millones de años del Cretácico temprano) registrada y extraída en el planeta.

“’Fiona’ tiene cuatro metros de largo y se encuentra completa, articulada y con embriones en gestación. Y su recuperación aportará información relativa a su especie a la paleobiología, en torno al desarrollo embrionario, y a una enfermedad que afectó durante su vida”, explicó la paleontóloga chilena.

Al hito de la recuperación de esta ictiosauria se suma el descubrimiento de 23 nuevos especímenes, llegando a existir, a la fecha, casi un centenar de ejemplares en el sector del Glaciar Tyndall, ubicado en la Región de Magallanes, lo que lo convierte –según resaltó Pardo- en el depósito de ictiosaurios de edad cretácica temprana más abundante y mejor conservado del planeta.

“Los resultados de la expedición cumplieron con todas las expectativas, y aún más de las que se esperaba”, afirmó la científica, precisando que de estos registros fósiles “esperamos obtener resultados sobre la diversidad, disparidad y paleobiología de los ictiosaurios de la localidad del Glaciar Tyndall, establecer grados de madurez ósea y nichos ecológicos para evaluar posibles transiciones dietarias ocurridas a lo largo de su evolución y que podrían ayudar a establecer conexiones paleobiogeográficas con ictiosaurios de otras latitudes”.

Ahora, el material recuperado, se preparará en el laboratorio de paleontología del Museo de Historia Natural de Río Seco, en Punta Arenas, en donde quedará almacenado, temporalmente, para su posterior exhibición. Al respecto y como contraparte local del proyecto, el director del Museo, Miguel Cáceres, dijo que esta alianza, “nos permite abrir una nueva línea de trabajo temporal a gran escala como son la geología y paleontología, y también un espacio de colaboración que nos ayuda, sin duda, a darle sentido a este propósito de resignificar la historia natural en la Región de Magallanes”.

Cabe señalar que los ictiosaurios fueron reptiles marinos que vivieron en todo el planeta durante la era del Mesozoico, entre 250 a 90 millones de años atrás. Tenían dos aletas anteriores y dos posteriores, una aleta caudal y una dorsal. Su cuerpo tenía forma de atún, similar a los delfines actuales. Poseían pulmones, eran vivíparos y son considerados los animales que alcanzaron el mayor grado de adaptación al medio marino.