Para mantenerse rentables, aumentar su productividad y ofrecer productos o servicios de calidad que cumplan con las expectativas de los clientes, las organizaciones necesitan incorporar herramientas digitales en su operatoria cotidiana.

Las plataformas de Enterprise Resource Planning, más conocidas como ERP, son aliadas perfectas para alcanzar estos objetivos. Se trata de un recurso que conecta la totalidad de los datos y de los procesos de una compañía para acelerar los flujos de trabajo y mejorar la comunicación entre sectores.

Si piensas en implementar un sistema de gestión ERP en tu empresa, pero no sabes qué clases de plataformas están disponibles en el mercado ni tienes idea de cómo se clasifican, te lo contamos en este artículo.

Sistemas ERP: clasificación y diferentes tipos

Aunque cada vez son más las organizaciones que deciden implementar plataformas ERP para potenciar sus procesos, a menudo los responsables de la elección no cuentan con datos sobre las diversas variedades disponibles en el mercado. Para facilitar el entendimiento de la tipología, clasificamos las plataformas de acuerdo a diferentes criterios.

Diseño

Dentro de este grupo podemos encontrar plataformas:

Estándar

Se trata de sistemas con una estructura modular predeterminada que suele responder a los requerimientos más habituales de la mayoría de las empresas. Si bien su costo es menor y su implementación es más sencilla, la personalización en ocasiones no es posible.

A medida

Al contrario de lo que sucede con los programas estándar, estos ERP se diseñan en función de las necesidades puntuales de cada organización. Suelen ser más costosos y complejos, por este motivo es habitual que sean adoptados por empresas de gran tamaño.

Versatilidad

Dependiendo del uso que se le dé a este tipo de plataformas encontramos:

Horizontal

Permite administrar cualquier tipo de compañía, más allá del sector o ramo de actividad a través del cual se inserten en el mercado. Este tipo de sistemas contiene módulos horizontales que son transversales a cualquier negocio, admitiendo personalizaciones.

Vertical

Por otro lado, los ERP verticales funcionan en una determinada clase de organización, ya que cubren las necesidades de ese sector en particular. Aunque son más costosos y engorrosos en su puesta en marcha, podemos afirmar que se trata de una opción efectiva.

Gestión de datos

Los avances tecnológicos que hicieron posible el surgimiento y el auge de los modelos cloud computing permiten que existan diferentes tipos de ERP de acuerdo a la gestión que se haga de la información que manejan.

Local

En esta modalidad, los ERP funcionan on-premise, es decir se instalan en los servidores de la empresa con el objetivo de maximizar los niveles de control. A pesar de que es una opción segura, requiere la inversión de muchísimo tiempo y esfuerzo para llevar a cabo tareas de configuración, actualización y mantenimiento.

Cloud

A diferencia de la tipología anterior, los sistemas ERP funcionan bajo el modelo SaaS (Software as a Service) a través de proveedores que operan en la nube.

De esta forma, desaparecen los gastos y las responsabilidades asociadas a la instalación, configuración y mantenimiento de los servidores y aplicaciones, reduciendo la inversión inicial y evitando el riesgo de sobreaprovisionamiento.

Híbrido

Esta modalidad está a mitad de camino entre los modelos local y cloud. Gracias a ella, las organizaciones pueden poner en marcha un ERP en la nube, pero conservar algunas funciones para gestionarlas desde sus servidores.