Un 7,5% fue la tasa de desocupación en Chile durante el trimestre móvil diciembre de 2021-febrero de 2022 (DEF 2022) de acuerdo con la información registrada en la Encuesta Nacional de Empleo (ENE), que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE). La cifra significó un descenso de 2,8 puntos porcentuales (pp.) en doce meses, producto del alza de la fuerza de trabajo (4,1%), menor a la presentada por las personas ocupadas (7,4%). Por su parte, las personas desocupadas disminuyeron 24,2%, incididas por quienes se encontraban cesantes (-25,1%) y aquellas que buscan trabajo por primera vez (-16,7%).

Según sexo, la tasa de desocupación de mujeres se situó en 8,3%, y la de hombres en 6,9%, decreciendo en doce meses 2,7 pp. y 2,9 pp., respectivamente.

Las personas ocupadas tuvieron un aumento de 7,4%, incidida tanto por las mujeres (9,9%) como por los hombres (5,6%). Las personas ocupadas ausentes, que representaron el 11,3% del total de la población ocupada, decrecieron 7,9%, equivalente a 85.156 personas.

La expansión de la población ocupada fue influida por comercio (9,9%), construcción (12,8%) e industria manufacturera (10,9%), en tanto, por categoría ocupacional, el alza se observó en personas asalariadas formales (6,8%) y trabajadoras por cuenta propia (8,5%).

La tasa de ocupación informal alcanzó 27,8%, creciendo 1,3 pp. en doce meses. Asimismo, las personas ocupadas informales aumentaron 12,9%, incididas tanto por los hombres (12,6%) como por las mujeres (13,2%), y por personas trabajadoras por cuenta propia (15,4%).

Estacionalidad y volumen de trabajo 

La tasa de desocupación ajustada estacionalmente elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural. En este sentido, el indicador estimado fue 7,6%, sin variación con respecto al trimestre móvil anterior, como consecuencia del aumento de la fuerza de trabajo (0,9%) que resultó del incremento de los desocupados (0,7%) y el aumento de los ocupados (0,9%).

En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, ascendió 11,3%. De igual modo, el promedio de horas trabajadas creció 3,6%, llegando a 36,3 horas.

La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial (que mide el número de personas desocupadas más personas iniciadoras disponibles e inactivos potencialmente activos) alcanzó 15,8%, con una reducción de 5,6 pp. en el período. En los hombres se situó en 13,5% y en las mujeres 18,8%. La brecha de género fue 5,3 pp.