Los diputados de la UDI, Sergio Bobadilla y Juan Manuel Fuenzalida, afirmaron que la actual ministra del Interior, Izkia Siches, “continúa actuando como una dirigente gremial”, agregando que a dos semanas de haber tomado posesión en su nuevo rol, esta “no entiende cuál es la importancia de su cargo ni lo que significa ser la jefa de gabinete de un gobierno”, declararon.

En este sentido, los parlamentarios gremialistas se manifestaron “preocupados” por el devenir del Ministerio del Interior, sobre todo en materia de seguridad pública, señalando que “su confianza desmedida, pero especialmente su falta de experiencia política, puede terminar generando un escenario de bastante inestabilidad en el país”.

“En sólo dos semanas, la ministra Siches desoyó las advertencias policiales y se fue a meter a un territorio tomado por los narcoterroristas, donde tuvo que salir arrancando y refugiándose en un cuartel de Carabineros, a quienes tanto ha criticado. Y como si no hubiese sido suficiente, después tuvo que ser corregida por un subalterno, quien le aclaró a ella y al país que en Chile no existen presos políticos, ni mapuches ni de ninguna otra categoría”, recordaron los diputados UDI.

En esa línea, Bobadilla y Fuenzalida agregaron que “la ministra del Interior también intentó pautear a la prensa y luego tuvo que retractarse, porque quedó en evidencia el intento de censura que buscaba con su manual de comunicación”, finalizando esta semana “recordándonos el permanente intento de la izquierda por la lucha de clases, criticando nuestro sistema judicial con un ejemplo que debería darle vergüenza, y luego terminó por explicitar la verdadera intención del Gobierno de querer expropiar y nacionalizar los fondos de pensiones de los trabajadores”.

Por último, y pese a las críticas, ambos parlamentarios aseguraron que “como bancada vamos a apoyar permanentemente a la ministra, porque de ella depende el devenir de millones de chilenos”. Sin embargo, advirtieron que “es urgente que se deje ayudar, porque ha quedado en evidencia su inexperiencia política y su falta de códigos, por lo que si no baja las revoluciones, el Ministerio del Interior tendrán que aplicar un corto circuito hasta que entiendan cómo se maneja una cartera como esa”.