Este lunes Rusia oficializó sus exigencias para realizar un “alto al fuego inmediato” en Ucrania, situación que se da antes de la tercera ronda de conversaciones entre las delegaciones de ambos países.

Al respecto, el portavoz ruso, Dimítri Peskov, detalló que las condiciones serían cuatro, siendo la primera de ellas que Ucrania que reconozca la anexión de Crimea a Rusia, con lo cual se pondría fin a la controversia que se inició en 2014 con el referéndum que  terminó con la independencia y la posterior anexión del territorio a la Federación Rusa.

En segundo lugar, el Kremlin solicitó que el gobierno de Volodímir Zalenski, reconozca la independencia de las repúblicas secesionistas del Donbás, Lugansk y Donetsk, las cuales proclamaron su independencia en el año 2014, situación que el Ucrania y la comunidad internacional no reconocen.

Por último, el gobierno ruso exigió que Ucrania modifique su Constitución para blindar su neutralidad, con lo cual Kiev debería dejar atrás su aspiración de integrar el bloque de la Unión Europea y la OTAN.

Tras estas exigencias, Peskov destacó el avance de las tropas rusas en su vecino país indicando que “Realmente estamos terminando la desmilitarización de Ucrania. La terminaremos. Pero lo principal es que Ucrania cese su acción militarDeben detener su acción militar y entonces nadie disparará”, afirmó.