El INE (Instituto Nacional de Estadísticas) dio a conocer que la tasa de desocupación en Chile bajó entre octubre a diciembre 2021 a un 7,2%.

La baja en 3,1 puntos porcentuales en 12 meses, es debido al alza en la fuerza de trabajo trabajo (4,5), y es menor respecto de las personas ocupadas (8,1%).

Las personas desocupadas disminuyeron 26,9%, incididos por aquellos se encontraban cesantes (-27,8%) y aquellos que buscan trabajo por primera vez (-18,3%).

En tanto, la tasa de desocupación de mujeres se situó en 7,4%, y la de hombres en 7,1% decreciendo en doce meses 3,5 pp. y 2,7 pp., respectivamente.

Por su parte, las personas ocupadas tuvieron un aumento de 8,1%, incidida por mujeres (11,7%), como por los hombres (5,7%).

La expansión de los ocupados fue influida por construcción (22,2%), comercio (8,5%) y alojamiento y servicio de comidas (30,9%), en tanto, por categoría ocupacional, el alza fue liderada por personas asalariadas formales (6,3%), trabajadoras por cuenta propia (16,7%) y personas empleadoras (20,5%).

La tasa de ocupación informal se situó en 28,3% con un incremento de 1,3 pp. en doce meses. Asimismo, las personas ocupadas informales aumentaron 13,3%, incididos tanto por las mujeres (21,9%) como por los hombres (7,4%) y por personas trabajadoras por cuenta propia (23,5%) y personal de servicio doméstico (39,5%).

Estacionalidad y volumen de trabajo

La tasa de desocupación ajustada estacionalmente elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural. En este sentido, el indicador estimado fue 7,7%, retrocediendo 0,2 pp. respecto al trimestre móvil anterior, como consecuencia del aumento de la fuerza de trabajo (0,4%) menor que el aumento de los ocupados (0,6%).

En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, ascendió 11,8%. De igual modo, el promedio de horas trabajadas creció 3,4%, llegando a 38,1 horas.

La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial (que mide el número de personas desocupadas más personas iniciadoras disponibles e inactivos potencialmente activos) alcanzó 15,3%, con una reducción anual de 6,3 pp. En los hombres se situó en 13,6% y en las mujeres 17,6%. La brecha de género fue 4,0 pp.