Rodrigo García, nieto de Augusto Pinochet y Lucía Hiriart, se refirió al fallecimiento de la viuda del dictador. 

A través de una carta publicada en El Mercurio, García Pinochet señaló que “nunca las injurias contra ella la llevaron a expresar odio, jamás lo inculcó, y le agradezco ello. Su obra no se limitó a la labor social manifestada en cientos de Centros de Madres, sino que también fue el soporte y pilar fundamental de mi abuelo“, agregó.

“Fue ella quien lo llevó en la penumbra de la noche a ver a sus hijos y preguntarle si era el comunismo el futuro que para ellos quería”, sostuvo.

García añadió que “la obra construida durante los 17 años de gobierno (sic) también lleva su nombre, y le agradezco aquello, ya que soy parte de una generación de chilenos que tuvo la posibilidad de crecer en un país próspero, libre, sin parangón alguno en la historia de Chile”.

Con escozor ella veía el rumbo que tomaba el país. Así me lo dijo hace poco más de un año. Pero su corazón seguía sin odio, tampoco airado o encolerizado. Tal vez sí con pena de ver cómo todo se echaba por la borda”. 

“Dios la llamó en paz y junto a todos sus hijos. Poco antes de un día clave para nuestro país, y más allá del resultado, serán los años los que harán un juicio justo de su obra y persona”, cerró.