A las 23 horas en punto, en la Plaza Baquedano, el Ejército de Chile comenzó la ceremonia para rendir honores a un soldado caído en acción durante la Guerra del Pacífico y cuyos restos reposaban, desde 1931, a los pies del monumento público al general Manuel Baquedano. Pocas horas antes, los restos del Soldado Desconocido habían sido exhumados para ser trasladados después del acto solemne al mausoleo de la institución en el Cementerio General.

La diligencia había sido autorizada, por unanimidad, por el pleno del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), en su sesión del miércoles 20 de octubre. Tal como en marzo, cuando los consejeros  decidieron que, a modo de prevención, la estatua del general Baquedano debía ser retirada transitoriamente para su restauración, ahora le correspondía a los restos del Soldado Desconocido, a quien los consejeros le reconocen su condición de héroe de la patria y atendiendo a la dignidad que por ello merece.

El traslado fue solicitado y ejecutado por el Ejército, dado el creciente nivel de vulnerabilidad de los elementos del conjunto escultórico que permanecen en Plaza Baquedano, sobre todo después de que fuera derribado el cerco de protección.

“Como Secretaría Técnica del CMN, prestamos apoyo y orientación técnica durante los trabajos, con un equipo multidisciplinario compuesto por un antropólogo físico, un arqueólogo, una conservadora-restauradora y otros profesionales, con el objetivo de resguardar adecuadamente el manejo de este procedimiento. Hoy podemos decir con certeza que se hizo cumpliendo con todos los protocolos y que la tarea culminó con éxito”, destacó el secretario técnico del CMN, Erwin Brevis.

No fue un trabajo fácil, y tomó cerca de 8 horas. La tumba estaba ubicada bajo una losa de 10 cm de grosor, que a su vez estaba cubierta por una placa de hormigón de 40 centímetros, que se instaló para elevar y realzar la placa conmemorativa. Los trabajos partieron con la remoción del hormigón y luego levantando la losa con apoyo de una grúa que, través de eslingas de soporte, permitió alzarla sin riesgos. Una vez removida la losa, se llegó hasta el féretro del Soldado Desconocido, hecho de fierro forjado, y en buen estado de conservación. Dado el peso, también debió ser retirado con apoyo de la grúa. La fosa fue cerrada.

Respecto del plinto o base de piedra del monumento, la decisión del CMN fue solicitar a la Delegación Presidencial de la Región Metropolitana que la restauración no se haga in situ, sino en una locación que entregue las condiciones de seguridad y resguardo adecuados para realizar dicha labor. “Ello evidentemente requiere de un esfuerzo logístico, pero sabemos del interés de la delegación por resguardar este patrimonio. No hay que olvidar que este plinto fue ejecutado por el arquitecto Gustavo García del Postigo, y cuenta no solo con el pedestal, sino también con las escalinatas y dos fuentes de agua”, agregó Brevis.

La escultura del general Baquedano, que se encuentra en dependencias del Ministerio de las Culturas en Cerrillos, tiene ya un importante avance en su restauración, a cargo del Taller Montes Becker. Las otras piezas del conjunto escultórico -la Libertad, el Soldado Desconocido, los bajorrelieves y las placas- también están en dichas instalaciones para su futura restauración.