Retomar tratamientos interrumpidos por la pandemia, hacernos preguntas sobre nuestras sensaciones, tomar nota de síntomas físicos o emocionales -como dolores de cabeza o estar desanimado- o llevar una dieta balanceada que se mezcle con una rutina de hábitos y ejercicios, son parte de los consejos y recomendaciones elaboradas por un grupo de profesionales del Centro de Salud Digital Saluta para el cuidado de esta área en el marco del Día Internacional de la Salud Mental que se conmemora el domingo 10 de octubre.

Los especialistas, además, hicieron un llamado a aumentar la cobertura de este ámbito fundamental de nuestro diario vivir, lo que va en línea con el lema que busca instalar la Organización Mundial de la Salud (OMS) en esta jornada, “atención de salud mental para todos: hagámosla realidad”.

 “La pandemia ha profundizado muchas de las afecciones o ha generado nuevas, por lo que debemos trabajar de forma ardua para que eliminemos barreras económicas, físicas y de disponibilidad de profesionales”, asegura el Dr. Mauricio Bonilla,  Según el profesional “esto es urgente porque hoy los valores están, muchas veces, fuera del alcance de las personas, o no hay especialistas con horas o si existen, no hay en todos los territorios. Urge trabajar en estas líneas para alcanzar a más población y que tengamos herramientas para llegar a la ciudadanía de forma oportuna”.

Para abordar de mejor manera la salud mental y poder evaluar y mejorar la salud mental, los profesionales entregaron una serie de consejos y recomendaciones:

1 Retomar tratamientos interrumpidos: Beatriz Pereira asegura que es fundamental y uno de los grandes desafíos que vienen con el proceso de desconfinamiento es retomar los tratamientos que se vieron interrumpidos y, por sobre todo, abordar las afecciones que permanecerán en el tiempo a pesar de los avances de la emergencia sanitaria.

2 Hacerse preguntas: “Preguntas tan sencillas como “¿cómo me he sentido de ánimo hoy?, ¿cómo he actuado hoy con mi familia o compañeros de trabajo? ¿qué tan tolerante he estado últimamente con las personas a mi alrededor? ¿qué cosas he dejado de hacer que antes disfrutaba haciendo?” pueden ayudarnos a identificar si tal vez estamos en un momento de particular tensión o estrés”, comentó Abel Guerrero.

3 Catalogar Emociones: “Cuando nos molestamos por cosas como cuando estamos clavados en el taco, se cae internet, es importante determinar qué emociones  tenemos en esos momentos y tratar de ponerles una etiqueta, ubicarlas y ver qué situaciones están afectando mi patrón de conducta. Es decir, saber cuando algo me molesta. Ponerle un nombres, para tener nociones de qué nos está pasando”, explica Aliaga.

4 Fijarse en síntomas físicos o emocionales: “Algunas personas pueden presentar síntomas como dolores de cabeza, problemas gástricos e intestinales, dificultades para dormir. En otros casos serán más evidentes las alteraciones conductuales, como sentirse desanimados y sin ganas de hacer cosas, consumir excesivamente alcohol o drogas, o alejarse de prácticas comunitarias que antes disfrutaban. Cuando estas sensaciones nos impiden desempeñarnos adecuadamente en algún aspecto de nuestras vidas, lo mejor es buscar ayuda profesional”, plantea el médico psiquiatra y especialista en Salud Pública, Abel Guerrero.

5 Hábitos diarios, fundamentales: El doctor Guerrero recomienda mantener hábitos saludables como “tener una dieta balanceada, realizar actividad física de forma regular, implementar adecuados hábitos de higiene de sueño, reducir el uso de alcohol, cigarrillos y otras sustancias psicoactivas”.

6 Rutina es importante: “El  mantener una rutina también es muy útil, especialmente si estamos trabajando desde casa: mantener horarios fijos de levantarse y dormirse, tener horarios fijos para trabajar. Esto es muy importante, porque cuando trabajamos desde casa es fácil prolongar nuestras horas de trabajo y esto puede pasarnos una factura muy cara en materia de salud mental”, añade Guerrero.

7 Atención a los comportamientos de los niños: La sicóloga asegura que es muy relevante poner el foco en los menores, ya que muchos de ellos siguen sintiendo el impacto de la pandemia. “Muchos adolescentes y niños están padeciendo, por los coletazos que dejó la primera etapa de encierro y por la incertidumbre que se mantiene, fobias que quedaron establecidas, miedos, algunos Trastornos Obsesivo Compulsivos (TOC) que se han hecho un poco más importantes. Esto, debido a esta sensación de que todo es peligroso en el mundo y que se traduce también en que las relaciones humanas son percibidas como peligrosas”.