“Honda preocupación” manifestó el Gobierno de Chile por la escalada de violencia en Jerusalén, producto de las tensiones de los últimos días entre Israel y Palestina, la cual hoy se ha extendido a otras ciudades del territorio.

Mediante una declaración, la Cancillería afirmó que “toda acción cuyo objetivo indiscriminado sea la población civil es injustificable, atenta gravemente contra el derecho humanitario y merece el total repudio de la comunidad internacional”.

Asimismo, hicieron un llamado a “detener el progresivo deterioro de la situación mediante el inmediato cese de las hostilidades”.

Finalmente, desde el ejecutivo señalaron que “La política invariable de Chile es que debe buscarse una solución negociada al conflicto con apego al derecho internacional y a las resoluciones de Naciones Unidas, en base a Estados independientes, reconociéndose el derecho de ambos pueblos a vivir en armonía, al interior de fronteras seguras y reconocidas”, sentenciaron desde La Moneda.