Tras un análisis técnico-económico, ajustes en los diseños y en el desempeño de los equipos y los buenos resultados de la Mina Rajo, Codelco definió que extenderá la fase de explotación del yacimiento por un año más.

El programa original consideraba finalizar en forma definitiva la explotación del rajo en diciembre de este año y enfocar los esfuerzos sólo en el movimiento de material de stock durante 2021 y 2022.

La continuidad, ahora, contempla la extracción de mineral desde la fase 49, proceso que durante 2021 podrá coexistir junto a la operación de la mina subterránea, que también presenta positivos rendimientos en su ramp up. De esta forma, en la mina rajo seguirán funcionando los equipos de carguío y extracción de mineral, así como los servicios de mantenimiento y apoyo a la producción.

Los números positivos obtenidos en el rajo durante este año se sustentan en el mejoramiento de prácticas de trabajo, el aumento de la productividad y la implementación de la jornada de trabajo extraordinaria 7×7, que entrega mejores condiciones para mantener la seguridad ante el Covid-19, la continuidad operacional y la calidad de la vida laboral.

La mina rajo durante 2020 aportará más de 30 mil toneladas de cobre fino adicionales al plan del presupuesto, lo que permitirá continuar generando excedentes para Chile.

El presidente ejecutivo, Octavio Araneda, explica que “durante este año, y a pesar de las complicaciones de la pandemia, la hoja de ruta de la transformación sigue intacta. Hemos impulsado y alcanzado nuevas formas de operar, lo que se ha traducido, en el caso de Chuquicamata, en un equipo del rajo que se adaptó, aspiró a más y buscó la mejora continua. El compromiso de los trabajadoras y trabajadores de esta área da cuenta de que poner la excelencia operacional entre los objetivos prioritarios tiene consecuencias positivas concretas”.

Araneda enfatizó que la continuidad tiene como condicionantes que la mina rajo mantenga la mejora continua tanto en la excelencia de sus operaciones, que involucra la reducción de costos y el crecimiento de la productividad, como en el impulso de los habilitadores, que implica garantizar la seguridad y salud ocupacional, una transformación cultural profunda, una mejor gestión del talento y la vocación profunda de ser sustentables.