En reunión de comisión del Concejo Municipal de Viña del Mar, la alcaldesa, Virginia Reginato, expuso a los concejales la situación actual a la que se enfrenta el Festival Internacional de la Canción.

En la oportunidad, la edil señaló que “considerando que estamos en octubre y que las condiciones sanitarias, a lo menos en esta ciudad, no han mejorado, se deben tomar decisiones respecto de la realización de la versión Nº62 del Festival, siempre cuidando los intereses de la ciudad, pero con realismo, de común acuerdo con los canales y siempre resguardando la salud de las personas”.

En tal sentido, la jefa comunal precisó que “el tiempo ha pasado, y la realidad nos obliga a tomar una posición, idealmente consensuada con los canales concesionarios”.

En la ocasión, y con el fin de que los concejales estén informados sobre la evolución de las gestiones realizadas sobre el tema, la alcaldesa le solicitó al Director de Concesiones, Mario Araya, que expusiera sobre las gestiones realizadas y los contactos formales que la municipalidad ha tenido con los canales.

Alternativas

Asimismo, se dieron a conocer los posibles escenarios respecto de la realización del evento: uno que conduce a la judicialización del contrato y otro, a una solución de común acuerdo.

Junto con ello se presentaron las alternativas que se están explorando para realizar una versión Covid-19 del Festival de la Canción, que además apoye, mediante una promoción importante, la activación comercial y turística de Viña del Mar.

Conocidos los informes por parte de las concejalas y concejales, la alcaldesa informó que “coincidieron en el camino que lleve a un acuerdo para permitirle a los canales desarrollar en base a su experiencia y profesionalismo, una alternativa modo Covid para la versión Nº 62 del Festival, con absoluta libertad. Los conceptos que más se repitieron en la sesión por parte de los concejales fueron que son tiempos de adaptación y colaboración y que para ello están disponibles”.

Finalmente, la jefa comunal destacó que “lo importante es acordar una opción que le dé continuidad a la trayectoria del Festival y que, al mismo tiempo, siga siendo un promotor del turismo viñamarino, que tanto necesitan los cientos de comerciantes que generan miles de empleos para las familias viñamarinas”.