Una fuerte explosión en el puerto de Beirut afectó durante la jornada del martes a la capital libanesa, provocando la muerte de 78 personas y dejando un saldo cercano a los 4.000 heridos.

El hecho se dio tras un incendio que se  originó cerca de las 18:15 hora local en lo que sería un un depósito que guardaba toneladas de nitrato de amonio, el cual generó un potente deflagración acompañada de  enorme onda expansiva que pudo ser percibida en  un radio de decenas de kilómetros, incluso fuera de la ciudad y en la isla de Chipre, según varios testigos.

Las imágenes que sucedían a la deflagración mostraban personas sepultadas entre edificios derrumbados, algunas cubiertas de sangre, otras con trozos de cristales clavados en el cuerpo. Una situación que ha saturado los hospitales de la zona: solo el Hospital Dieu ha superado su capacidad máxima al atender a más de 500 pacientes, según la cadena LBCI.

El presidente, Michel Aoun, ha convocado de urgencia al Comité de Defensa, mientras que el primer ministro ha decretado una jornada de luto nacional este miércoles.