Proyecto financiado por el Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile y del Consejo Regional de Valparaíso


Soy bombero desde los 9 años, estudié Prevención de Riesgos y soy el responsable de la creación de una cápsula para el traslado de pacientes con Covid-19, me llamo Luis Bernal.

COVIFER parte, porque en esa fecha estaba en aumento el contagio del personal de salud y, gracias a mis conocimientos en prevención, entendí que había que generar una barrera dura de protección para los trabajadores hospitalarios.

Hasta ahora no tengo familiares que estén enfermos, a pesar de que mi mamá trabaja en el área de salud, tengo amigos y conocidos, y pertenecer a una compañía de bomberos con unidad de rescate me lleva a interactuar mucho con el personal de salud. Es como proteger y ayudar a mi entorno, por ahí parte la creación.

Está pensado para proteger a los que están ahí, en la primera línea. Parte de la prevención de riesgo es ayudar para que no ocurra nada, para que el paramédico, la enfermera el médico termine su turno y pueda volver a su casa y estar con su hijo. Esa es la finalidad que buscaba COVIFER: proteger.

Así es como se me ocurre una idea durante una noche. A la mañana siguiente, cuando me desperté, analicé lo que creé en mi mente como una imagen e hice unos bosquejos. Me contacté con mi amigo Roberto Arancibia y logramos generar el prototipo.

Una vez que lo probamos, lo llevamos a hospitales y clínicas para que los médicos nos dijeran si era realmente lo que ellos necesitaban para mantenerse a salvo en el manejo de pacientes con coronavirus.

De la idea a la práctica

Hemos tenido una buena retroalimentación en el uso, en la operación de la cápsula. Hay hospitales y centros de salud municipales que la han ocupado y hemos tenido buena respuesta de la operabilidad, funcionabilidad, la facilidad de limpieza y descontaminación. Es un producto que si bien se ve complejo es más simple de lo que parece. El principio del funcionamiento es fácil, es entendible y eso ha potenciado bastante el tema de la cápsula de COVIFER en el mercado.

Así, el diseño original de nuestra obra si cumplía; después todo lo que se hizo: la ingeniería, calcular, cubicar, la resistencia de materiales, todo había que llevarlo a la práctica y que alguien nos dijera que lo que nosotros teníamos físicamente funcionaba. Por ese motivo mandamos a certificar la cápsula y una vez que ya certificamos, que nuestra idea materializada cumplía con las expectativas, la liberamos al mercado.

La primera cápsula fue mucha responsabilidad, la incertidumbre… Si bien venía certificada por un laboratorio de ingeniería, cumpliendo normativas internacionales, era sacarla a la cancha. Que realmente fuera útil para lo que fue creada, que se le diera un buen uso, que no fallara. Cada cápsula que sale, hasta que la pruebe un paciente, me tiene con esa incertidumbre.

Hoy en día tenemos 25 cápsulas en distintos hospitales, clínicas y servicios de salud, tenemos varias órdenes de compra pendientes, porque realmente es un producto funcional, su operación es muy fácil y simple, está diseñada para la protección del personal que es a lo que más hay que darle importancia el día de hoy.

Con la denominación COVIFER quise plasmar el apoyo familiar que he tenido, corresponde a un acrónimo de los nombres de mis tres hijos: Constanza, Vicente y Fernanda.

Bombero de alma y corazón

De niño me llamaban la atención los carros bomba, las luces y la sirena. Mi mamá tenía un negocio vecino a un cuartel de bomberos y ahí me empecé a acercar. 

Tenía 9 años cuando entré a la Tercera Compañía de Bomberos de Villa Alemana y he estado ligado a la institución toda mi vida. Fui cadete, aspirante, bombero y ahí comencé a desarrollarme y he ejercido algunos cargos también.

A pesar de que me alejé un poco de la Institución por un tema laboral, siempre he tenido las ganas de seguir participando. Uno puede tener miedo en algunas situaciones, pero ese temor te hace ser responsable en adoptar las medidas de seguridad, seguir procedimientos, seguir protocolos que son seguros y que nos permiten trabajar bien dentro de las distintas emergencias y siempre respetando los parámetros de seguridad establecidos.

La vida diaria en el cuartel se ha vuelto más estricta: doble sanitización del personal, de equipos, de herramientas, cosas que no hacíamos antes. Esto nos hace que podamos estar brindando nuestro apoyo a la comunidad con seguridad, porque igual nos sentimos seguros al respetar los protocolos. 

Contagiarte con el Covid puede ser una ruleta rusa, puedes salir a comprar al negocio de la esquina, te topaste con una persona y te contagiaste. A nosotros nos gusta el riesgo y nos exponemos más de lo normal, pero tomando las medidas que correspondan.

Ahora, en Villa Alemana, las veces que he tenido que salir a comprar se ve que hay gente irresponsable: sin mascarilla en la calle, no respetan las distancias, no hay filas, hay aglomeraciones. Al parecer, el mensaje no está llegando como corresponde o están con la negación de que “esto no me va a pasar a mí”, “le va a pasar al resto, pero no me va a pasar a mí”. Los números de la Provincia de Marga Marga son preocupantes, va en un crecimiento exponencial cada día, entonces algo pasa, el mensaje no está llegando a todos.

Una oportunidad de aprender

Desde una crisis se pueden sacar enseñanzas y aprendizajes. Nosotros, como equipo de trabajo en COVIFER, hemos tenido que adaptarnos a la realidad de trabajar a distancia, sin contacto entre el personal, ha sido todo un cambio positivo que nos hemos adaptado.

Tomamos esta pandemia como una oportunidad en la que pudimos desarrollar ideas y plasmarlas rápido, a pesar del poco tiempo que teníamos, porque la rutina de levantare temprano, ir a trabajar, llegar por la noche, tener reuniones, viajar, no te daba tiempo muchas veces de ver el entorno. 

Hoy, con el trabajo distancia, sin tener que ir a Santiago 2 o 3 veces a la semana, me ha dado más tiempo de estar en la casa con mi familia, dedicarle tiempo a Bomberos, a crear COVIFER.

Hemos aprendido a utilizar mejor nuestros tiempos para nosotros como personas. A lo mejor dábamos mucho en el trabajo y no notábamos que en la casa no dedicábamos nada. En lo personal, venía tan cansado que llegaba a dormir, entonces tampoco aprovechaba a la familia. Ahora dedico más tiempo a la familia.

COVIFER se diversifica

Si bien parte con la idea de la protección del personal médico que está atendiendo a los pacientes de la pandemia del Covid-19, distintas instituciones, hospitales, mutualidades, médicos me dicen que la cápsula tiene una versatilidad de uso en la emergencia. Se puede usar en pacientes contaminados con órganos fosforados, pacientes con intoxicación con cianuro, que es una emergencia muy compleja para los equipos de respuestas, por ejemplo.

El área de montaña nos pidió conocer la cápsula para cuando hagan rescate a media montaña a pacientes con hipotermia. Hemos donado dos cápsulas a dos compañías de bomberos, una de mi socio y otra mía; ya la han utilizado en emergencias, la probaron con rescate con cuerdas. Algunos médicos nos han dicho que sirve para proteger a los pacientes quemados, los grandes quemados. 

Al final, lo que partió como protección al Covid ha tenido varias derivadas que pueden mantener a la cápsula en el mercado con distintas funcionalidades. Entones COVIFER no se acaba con la pandemia, ahora trabajaremos en mejorar el diseño para distintos tipos de escenarios de emergencia. 

Estamos trabajando en una nueva cápsula que está orientada al trabajo de los dentistas. Tiene los mismos principios de la presión negativa de COVIFER. La diferencia de presión desde el interior de la cápsula hacia el exterior nos permite generar un sello en caso de apertura o ruptura de la cápsula y hacer la contención de aerosoles en un solo sector y nosotros la direccionamos hacia los filtros de alta eficiencia, lo que permite la contención de la partícula como tal. 

Se creó y diseñó en base a los requerimientos de dentistas. Incluso vinieron odontólogos de Santiago a hablar conmigo, porque ellos necesitaban seguir trabajando, hay muchos que no pueden atender gente porque no cuentan con las condiciones de protección adecuadas.

Ha sido más complicada de lo que yo esperaba, por los distintos ángulos que tienen las sillas dentales, las distintas medidas… la cápsula anterior es cuadrada. Es más complejo porque tienes tres medidas en un metro y los procesos de sellado de la cápsula tienen que adaptarse a ciertas medidas. Ha sido bien entretenido el diseño, hemos tenido harto ensayo y error, pero ya tenemos dos prototipos que probaremos el viernes. Ya la próxima semana deberíamos estar tramitando la certificación para que avalen nuestro trabajo. Lo tomamos con mucha responsabilidad.

Luego de esto, sólo queda ofrecer esta nueva cápsula a quienes la necesiten para que puedan seguir trabajando… al final, hay que reactivarse.


 

Proyecto financiado por el Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile y del Consejo Regional de Valparaíso

Luis Bernal creador de la cápsula “Covifer” nos cuenta su experiencia en esta cuarentena por la Pandemia del Coronavirus.

Publicado por Diario El Epicentro en Viernes, 17 de julio de 2020