Sr. Director:

Hace un par de días el Senador PS Rabindranath Quinteros sentenciaba: «Llegó el momento que el ministro Mañalich diga claramente si perdió el control de la pandemia». Luego, el congresista viajó desde Santiago a Puerto Montt antes de que le entregaran los resultados de un test de Covid-19 que se había realizado. Finalmente, el examen dio positivo, noticia que el legislador recibió este viernes en la Región de Los Lagos.

Lo anterior es una buena fotografía del síndrome que padece nuestro país, y no nos referimos al COVID-19, sino a los dobles discursos. Le decimos a la población que se puede tomar una café, pero en seguida cerramos todos los restoranes. Pregonamos hacer donaciones con nuestro sueldo, pero no a la caridad, sino a una cuenta para mi proyecto político. Llamamos a marchar el 8M (marcha feminista), porque no hay riesgo alguno, pero luego, 10 días después, exigimos al gobierno cuarentena total.

Esta incoherencia ha sido otro de los grandes males que ha afectado a nuestro país en los meses de crisis (las dos), y hoy, no es momento de cálculos políticos, crítica mezquina o de buscar fama virtual a través de fake news. Hoy, más que nunca, se necesita un solo relato: unidad, respeto por la autoridad y autodisciplina. No es momento de erigir a candidatos o candidatas presidenciales, pues, a diferencia de lo que ocurría en la crisis social, el fracaso del gobierno no solo afecta a una coalición política, sino que el fracaso el gobierno sería el fracaso de todos.

Javier A. Labrín Jofré
Director Ejecutivo
Fundación Libertad
Región Valparaíso