Las autoridades chinas prohibieron los funerales para las personas fallecidas por el coronavirus, estableciendo una serie de protocolos sanitarios.

La Comisión Nacional de Salud, el Ministerio de Asuntos Civiles y el Ministerio de Seguridad Pública tomaron esta radical decisión, ordenando que los cuerpos no podrán ser enterrados ni velados, según consigna la agencia EFE.

Los cadáveres deberán ser cremados en establecimientos designados que se encuentren cerca de la zona donde fallecieron. Sus restos no podrán ser transportados entre diferentes regiones ni tampoco será permitido su preservación bajo ningún método.

Previa a la cremación, los cuerpos deberán ser desinfectados para luego ser puestos en bolsas selladas que no podrán ser vueltas a abrir.