En el pasado mes de noviembre, el mundo conmemoró los 30 años de la caída del llamado “Muro de Berlín”. Una fecha, sin duda importante pero, existen otros sitios de nuestro planeta donde los muros y vallas también fueron derribados.

Así fue en Azerbaiyán, quien dio vida a la primera república democrática en el Oriente musulmán, al declarar su independencia el año 1918, estableciendo un sistema de política plural y democrático inédito, el cual permitió al país realizar importantes reformas democráticas, entre ellas, el otorgamiento del sufragio femenino por primera vez en todo Oriente. Sin embargo, la independencia fue corta, pues esta inspiradora decisión independentista truncó su paso por la llegada de las tropas soviéticas, quienes comenzaron la ocupación de Azerbaiyán durante un periodo de siete décadas. Sin duda, las enormes reservas de petróleo que posee esta república del Cáucaso y con la cual se pudo abastecer las tropas soviéticas que lucharon durante la Segunda Guerra Mundial, catalizó su ocupación y permitió el triunfo aliado pero, sobre todo, porque Azerbaiyán constituía una región de importancia estratégica para la ex Unión Soviética

En la década de los 80 del siglo XX esa ex Unión Soviética comenzó a vivir un proceso político denominado “Perestroika” (reestructuración) dirigido por el ex Primer Ministro Mijail Gorbachov. Proceso que también tuvo su correlato en Azerbaiyán como en toda la ex Unión Soviética, aunque el pueblo de Azerbaiyán no había perdido su confianza de ser nuevamente independiente. A fines de la misma década cuando los azerbaiyanos enfrentaron la agresión y el desplazamiento de su población mediante el uso de la fuerza, por el vecino país de Armenia (también componente de la ex Unión Soviética) tuvieron que reclamar su independencia de la ex URSS, para así preservar su identidad.

La lucha por la libertad, que había tenido su comienzo en febrero del año 1988, llegó a su culminación el 31 de diciembre del año 1989 en la ciudad de Najichevan, en el oeste de Azerbaiyán, donde los azerbaiyanos salieron a las calles, llegaron hasta la frontera con Irán y empezaron a derribar las vallas fronterizas.

El derrumbe de esos símbolos físicos de separación, que constituyen muros y vallas continuó a lo largo de toda la frontera con Irán. En la ciudad capital de Azerbaiyán, Bakú, la gente también salió a las calles bajo el lema de “libertad y independencia”, mostrando que esa aspiración unía a todo el país. Lo descrito fue un proceso político y social paralelo a lo que fue la caída del Muro de Berlín. Si aquel muro en Alemania separaba a los países capitalistas de los que formaban parte del campo socialista, constituyéndose en símbolo de la llamada Guerra Fría. En el caso de Azerbaiyán, la valla fronteriza de la ex Unión Soviética con Irán constituían la separación entre el mundo europeo y el asiático.

La reacción del régimen soviético no tardó en llegar y lo hizo en forma brutal contra el pueblo de Azerbaiyán. En la noche del 19 de enero y el dia de 20 de enero del año 1990 las tropas armadas con vehículos lindados y artillería pesada de la Unión Soviética entraron a la ciudad de Bakú, matando en esa acción represiva a más de 150 personas y dejando centenares de heridos. Al mismo tiempo que se apoyaba a las fuerzas armadas de Armenia en la ocupación militar de territorios soberanos de Azerbaiyán.

A pesar de estas acciones de invasión del territorio de Azerbaiyán, la lucha por su libertad, por su independencia fue imparable, logrando con esfuerzo nacional y la sangre derramada por sus ciudadanos el levantar, primero, la bandera tricolor en Najicheván a manos del líder nacional Heydar Aliyev, quien era, en ese entonces, presidente de la Asamblea Suprema de la República Autónoma Socialista Soviética de Najichevan de Azerbaiyán.

Tras esta acción simbólica pero catalizadora del sentimiento de todo un pueblo, el día 18 octubre del año 1991 se proclamó la recuperación de la independencia en Baku y Azerbaiyán nuevamente se convirtió en un país con plena soberanía gracias al esfuerzo y solidaridad de su población. El Día 31 de diciembre se declaró como el Día de Solidaridad Nacional de todos los azerbaiyanos por el líder nacional Heydar Aliyev.

Hoy, tras 28 años después de esta ocasión memorable, la República de Azerbaiyan se ha constituido en el país más desarrollado de la region del Caucáso. Es considerado uno de los 10 países más reformadores del mundo y presenta un elevado índice de desarrollo humano según los parámetros dados a conocer por la ONU. Siendo un país multicultural y multiconfesional donde viven las comunidades de diferentes raíces y creencias en paz y harmonia, tambien se ha convertido en el centro de diálogo intercultural y interreligioso del mundo.

Los azerbaiyanos de todo el mundo celebran cada 31 de diciembre como el Dia de Solidaridad Nacional con mucho orgullo. Cabe tambien mencionar que la solidaridad no es un valor solamente nacional para Azerbaiyan sino también internacional. Azerbaiyán es solidario con los paises de la region y sigue contribuyendo al desarrollo de su entorno y participa activamernte de todo tipo de iniciativas que logre conjugar el desarrollo con la paz. Al mismo tiempo, mantiene relaciones bilaterales amistosas y mutuamente beneficiosa con todos los paises del mundo, y está cada vez más cerca con Chile estrechando sus relaciones bilaterales establecidas 25 años atras a pesar de la distancia geografica.

El mundo de hoy necesita más que nunca la solidaridad internacional para superar sus diferencias, resolver los conflictos via pacifica y poder enfrentar los desafíos futuros. Asi lo entendemos en Azerbaiyán y así lo transmitimos al mundo.

Yasin J. Jafarov, Encargado de Negocios a. i. de la Embajada de Azerbaiyán en Chile