El Hospital Dr. Gustavo Fricke del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota, activó una serie de acciones enmarcadas en el plan de contingencia de la institución para asegurar la atención de los usuarios que lo requieran este fin de semana largo.

Andrés Pizarro, médico jefe de la Unidad de Emergencia Adultos hizo un llamado a que los pacientes mantengan sus rutinas de salud durante estos días festivos: «Como unidad de emergencia queremos invitar a todas aquellas personas que tienen patologías crónicas como hipertensión, diabetes y colesterol alto, que durante esta celebración traten de mantenerse lo más estricto posible con las recomendaciones de la alimentación que tienen que seguir, sobre todo con el consumo de productos que tengan un alto contenido de carbohidratos, como dulces, tortas, pasteles o también aquellos productos que puedan tener altos índices de sal; el consumo de pan, cecinas o carnes rojas».

El médico enfatizó en el autocuidado mencionando que «esta celebración que cada vez se ha ido popularizando más, lo deseable es que sea una celebración tranquila y que no tenga que significar para las personas motivos de descompensación de sus enfermedades o terminar acudiendo a unidades de emergencia». En este punto el especialista realza el buen uso de la red asistencial y  sus niveles de atención, recordando que en la Unidad emergencia se atiende a las personas con patologías más complejas e indicó que las personas «si tienen una patología que se descompensa o una urgencia en la cual tengan que acudir, están las opciones de acudir al SAPU más cercano como una unidad de menor complejidad donde le pueden realizar la primera atención o llamar al número de Salud Responde(600 360 77 77), donde  pueden  recibir orientación al respecto», concluyó.

Por su parte, la Dra. María José Barker, siquiatra infantil, entregó recomendaciones para que los padres cuiden la salud mental de sus niños en estos días de contingencia: “para los niños este va a ser un momento difícil en el que están ansiosos, angustiados, y en el que probablemente tengan muchas confusiones acerca de lo que está pasando. Van a tener hartas preguntas, hartas dudas, entonces va a ser importante que como adultos los podamos ayudar a clarificarlas”.

    1. Mantener la calma. Es importante que en la casa los niños no vean adultos descompensados, llorando, angustiados, o gritando.
    2. Mantener las rutinas diarias: Lo ideal es que puedan tener actividades en las casas donde les puedan asignar alguna tarea, como hacer las camas o algo doméstico, que haya una rutina clara que ellos puedan seguir para que no sientan esto como una etapa tan distinta en su vida.
    3. Hablar del tema: No hay ningún tema que sea tabú, pero que se hable con el lenguaje adecuado para ellos, con palabras sencillas, con contenidos que sean adecuados para los niños dependiendo de la edad. Si tiene niños pequeños, a lo mejor es más fácil hablarlo como cuentos o con dibujos; y si son adolescentes, ya pueden hablar de cosas más abstractas pero siempre teniendo el cuidado de que sean adecuados para lo que puedan ir entendiendo, evitando lenguajes violentos, de mucha agresividad o cosas que los puedan angustiar demasiado.
    4. En caso de presenciar un episodio estresante: Si los niños tienden a repetir algo que están relatando, por ejemplo, que jueguen mucho a lo mismo, o que se den cuenta de que hablan mucho de lo mismo, puede ser que lo estén viviendo de una forma más traumática. En ese momento lo importante es hablar con ellos y explicarles lo que pasó para que lo puedan integrar mejor.
    5. ¿Es recomendable que asistan a las manifestaciones?: Si deciden como familia participar en alguno de estos eventos, que sea en uno lo más seguro posible. Que ellos entiendan que son un grupo de personas que están planteando su opinión y pidiendo algunos cambios, pero que no sea en lugares donde puedan ser expuestos a alguna alteración en su seguridad.
    6. En caso de síntomas regresivos: Puede ser que los niños se empiecen a comportan como si fueran más pequeños de la edad que tienen, se pueden orinar en las noches, pueden estar más llorosos en el momento en que los padres salgan, que se chupen el dedo, todo eso es normal. Hay que permitirlo. Puede ser que los niños necesiten dormir con sus papás. Hay que clarificarles que esto será por un tiempo y que después ellos volverán a dormir a su cama y todo volverá a ser como antes.
    7. Angustia en las separaciones: puede ser que cuando los padres tengan que salir a trabajar o a alguna otra parte, los niños se angustien mucho. Es importante explicarles a donde van, que van a estar tranquilos y que van a volver. Hay que reforzar cuánto tiempo se van a demorar y que van a estar de vuelta. Es normal que se angustien mucho pensando que le puede pasar algo malo a los adultos que ellos quieren.