Las diputadas de Renovación Nacional e integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, Marcela Sabat, Catalina del Real y Francesca Muñoz criticaron la decisión del Senado de invitar al embajador venezolano enviado por Nicolás Maduro, Arévalo Méndez, a  presenciar la Cuenta Pública Presidencial que se realizará el próximo 1 de junio en Valparaíso, calificándola como “un error”.

«Más allá del protocolo, nuestras instituciones deben anteponer el respeto frente a los Derechos Humanos y la democracia, más aún cuando la Cuenta Pública es el ejercicio de la democracia pura. Nuestro país, a través de nuestro Gobierno tiene una postura clara frente a la dictadura de Nicolás Maduro, por lo tanto, lo que pedimos es que el resto de nuestras instituciones públicas mantengan esa línea de apoyo  irrestricto al respeto de los Derechos Humanos”, aseguró Marcela Sabat.

En tanto que la diputada y presidenta del Grupo Interparlamentario Chileno–Venezolano,  Catalina del Real, afirmó que la situación es “un error que debe ser rectificado por parte del Senado. Chile no reconoce a Nicolás Maduro como Presidente legítimo de Venezuela; muy por el contrario, creo se debería invitar a la representante del Presidente reconocido por Chile, Juan Guaidó, es decir a Guarequena Gutiérrez”.

”Asimismo, la legisladora añadió que “junto con otros parlamentarios, vamos a enviar una carta al Senado pidiendo rectificar lo que consideramos que es un error y que traería como consecuencia, una muy mala señal al mundo. Chile quedaría como un país inconsecuente en su política exterior, entregando una equivocada señal que se podría interpretar como apoyo a la dictadura de Maduro”.

Finalmente, la diputada Marcela Sabat reiteró el llamado al Senado y espera que éste revierta la invitación tan pronto sea posible y así dejar de lado este impasse que podría teñir el Mensaje Presidencial. “El Senado debiera retirar esta invitación, de lo contrario significaría un agravio a la democracia. Ese respaldo a Maduro sería una pésima señal para el país y el resto del mundo».