Como un acto de “amor y heroísmo” calificó el equipo del Hospital de Quilpué la decisión de la familia de una mujer de nacionalidad venezolana de respetar su calidad de donante de órganos, lo que significó iniciar y culminar exitosamente una intervención de procuramiento de órganos en los pabellones quirúrgicos del establecimiento de salud, beneficiando a tres pacientes que requerían de un trasplante para continuar viviendo.

La pesquisa y activación del protocolo fue realizada por la Unidad de Paciente Crítico del Hospital de Quilpué, alerta que fue recibida con antelación por la Unidad de Procura y Trasplante del Hospital Gustavo Fricke a cargo de coordinar los procedimientos al interior de la red del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota.

Tras objetivar el único diagnóstico posible de muerte cerebral de la paciente de 59 años, se realizó la entrevista con la familia, quienes aceptaron la voluntad de su ser querido de convertirse en donante de órganos. Tras cumplirse todos los pasos previos se realizó la intervención a las 12:30 de la madrugada de hoy jueves, logrando la procura de hígado y ambos riñones para tres pacientes que aguardaban por un trasplante de acuerdo a la prioridad nacional.

Según explicó Gabriela Cruz Salinas, enfermera coordinadora de Procura y Trasplante Renal del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota, en el último trimestre ha aumentado la pesquisa de potenciales donantes desde el Hospital de Quilpué y Hospital de Quillota, favorecido por las visitas que hacen enfermeros de la Unidad de Procura para realizar semanalmente pesquisas a las unidades generadoras de potenciales donantes, UCI y Unidades de Emergencia.

“Hemos ido educando y concientizando tanto a los profesionales médicos como de enfermería sobre la pesquisa activa de un paciente potencial donante, que tiene que cumplir varios procesos previos”, explicó la enfermera coordinadora, quien agregó que este caso fue alertado con antelación, siempre supeditado a la continuidad del estado clínico del paciente.

Por su parte, Bárbara Ortega, enfermera supervisora de la Unidad de Pabellones Quirúrgicos del Hospital de Quilpué, comentó que “recibimos esta nueva procura con los brazos abiertos a los nuevos conocimientos, y sobre todo cuidando la integridad del paciente donante. Es un acto heroico el que haya decidido ser donante y que su familia haya respetado esa voluntad. Fue un equipo nuevo el que estaba en turno en pabellón, por lo tanto nos sirve para traspasar los conocimientos y los cirujanos se fueron contentos con el trabajo que vieron en pabellón”, comentó, además de valorar el trabajo de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital porque finalmente es ahí donde se realiza la pesquisa y el proceso previo.