Los seis ex seminaristas de la región de Valparaíso que acusan abuso sexual reiterado, encubrimiento y manipulación de consciencia en más de 30 casos, por parte de 12 sacerdotes de la iglesia local, confirmaron que a ocho meses de la última reunión con el obispo Pedro Ossandón, la mesa de trabajo se encuentra quebrada y tienen una nula comunicación con el administrador apostólico para abordar estos casos.

Según consigna El Mercurio de Valparaíso, Mauricio Pulgar, Gustavo Donoso y Marcelo Soto están estudiando interponer una querella criminal y una demanda civil para que se haga justicia, tal como ocurrió en el caso Karadima.

En el reporte se indica que en la última cita con Ossandón le fueron entregados nuevos antecedentes contra cinco sacerdotes que habían sido investigados en 2012 resultando inocentes. Pero, los mismos no fueron considerados.

“La sensación con la que yo me quedé es que él tiene un bonito discurso, pero sin hechos; para él es sólo palabra. Hay cosas que se contradicen, incluso con lo que el Santo Padre pidió. Yo quiero que se limpie la Iglesia de esta gente enferma”, manifestó Marcelo Soto.

Por su parte, Pulgar indicó que a su juicio lo más grave es que Ossandón no quiera reconocer ni investigar los casos: “Él no tiene la voluntad de reconocernos como víctimas de abuso sexual y manipulación de consciencia, no quiere que haya ningún tipo de reparación y para él no hay nada que hacer, es un quiebre total. No quiere hacer ninguna investigación contra nadie”, señaló.

De esta manera, frente a la negativa del administrador apostólico los ex seminaristas anunciaron que comenzarán con el proceso legal: “Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance porque ya está bueno de que se rían de nosotros, de que le sigan mintiendo a la gente y no lo digo por la Iglesia en general, sino por la que se escribe con minúscula”, manifestó Marcelo Soto.