Los diputados socialistas Marcelo Díaz y Patricio Rosas (este último miembro de la Comisión de Salud de la Cámara Baja) denunciaron este mediodía en el Congreso una irregular situación médica que enfrentaron dos hermanas en una clínica viñamarina, quienes ante una infección estomacal que las deshidrató, este recinto de asistencia de salud les suministró una solución de electrolito oral para evitar mayores complicaciones y rehabilitarlas, no obstante el precio de este producto aplicado en ese recinto “fue casi seis veces al costo real que en las farmacias del país”.

“En febrero las niñas Florencia y Lorenza sufrieron un cuadro de gastroenteritis severa, que les provocó fuertes vómitos y otros diversos malestares físicos. Frente a este problema, sus padres decidieron concurrir a la Clínica Ciudad del Mar para que ambas recibieran tratamiento. Se les suministró, entonces, diversos medicamentos, además, el producto Pedialyte, lo que derivó, afortunadamente, en su pronta mejoría”, contó Díaz.

Agregó que “el personal médico que atendió a las niñas recomendó a sus padres suministrarle una dosis más de este suero a cada una, para evitar futuras recaídas. Al concurrir a una farmacia para adquirir el producto, los padres advirtieron una diferencia ostensible entre el precio del mercado y lo cobrado por la Clínica. La solución oral fue adquirida por 3.995 pesos y la clínica les cobró una suma de $24.654. Es decir, casi seis veces más, lo que constituye un evidente abuso para los pacientes”.

Debido a esta situación es que el parlamentario ofició al ministro de Salud a que investigue este hecho, “pues este puede ser la punta de lanza de algo más grande. Sería bueno que el ministro, Emilio Santelices, a través de sus autoridades regionales, revise el servicio médico privado, porque no puede ser que en este país estemos enfrentando abusos como el que estoy denunciando”.

Legislación

En tanto que el diputado Patricio Rosas manifestó que “el tema de los cobros abusivos de las clínicas a la clase media lo hemos visto repetidamente. Las denuncias son innumerables. Además que las clínicas e isapres tienen una convivencia, una relación. Por lo tanto, una persona, un paciente, dispone solamente de un prestador. Esto es un abuso a la clase media que tiene que considerar la nueva Ley de Isapre”.

“Además —acotó— las isapres nunca han tenido pérdidas, las clínicas tampoco, todos los años tienen ganancias, y en esto tenemos que ser claros: que las isapres, junto con las clínicas, tienen una deuda con el sistema público gigantesca”.

“Por eso es tan importante que avancemos en una legislación que proteja al paciente. En rigor, que el precio de estos medicamentos, suministrados por las clínicas, sean visibles”, concluyó Rosas.