Un importante cambio en el tratamiento de la litiasis está implementando el Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, con la incorporación de un nuevo equipo tecnológico, único en Sudamérica, que permite extraer los cálculos renales del cuerpo a través de un procedimiento menos invasivo y en menor tiempo de cirugía.

Se trata del Swiss LithoClast, modelo Trilogy de la empresa EMS, equipo litotriptor de vanguardia, mediante el cual el servicio de Urología del HCVB puede eliminar cualquier tipo de cálculo, en cualquier ubicación, de una forma hasta un 50% más rápida, fácil y sin poner en riesgo la seguridad de los pacientes., además, su diseño reduce la duración del procedimiento y mejorar la experiencia quirúrgica para el paciente, el urólogo y personal de pabellón.

El costo del equipo asciende a los $50 millones, tecnología que se ve complementada con la adquisición de otras máquinas que dejan al HCVB en condiciones de resolver cualquier tipo de litiasis, nombre técnico de la enfermedad que produce cálculos renales.

El director del Hospital Carlos Van Buren, doctor Mauricio Cancino señaló que “el año pasado el ministro de Salud, Emilio Santelices, visitó este hospital debido a una serie de inconvenientes graves que ocurrieron y él se comprometió a destinar fondos, que fueron más de $3 mil 200 millones, para la adquisición de nuevo equipamiento”, en ese sentido, el médico detalló que “hoy podemos contarles que estamos muy orgullosos y contentos, nuestro equipo de jóvenes profesionales, en este caso urólogos, han podido implementar un equipo litotriptor que ha permitido solucionar a pacientes con cálculos renales en forma inmediata y exitosa esta patología”.

Nuevo equipo

El urólogo del Hospital Carlos Van Buren, doctor Felipe Pauchard, explicó que “el Hospital adquirió una serie de equipos que, dentro de esos, tenemos esta máquina que nos favorece para poder romper cálculos grandes (mayores de 2 centímetros), lo hacemos a través de una cirugía que se llama nefrolitectomía percutánea y esta máquina nos permite disminuir los tiempos de fragmentación de los cálculos en un 50%, lo que nos ayuda a disminuir los tiempos quirúrgicos, con menos riesgo para el paciente y optimizar el uso de pabellones”, por lo tanto, el HCVB puede “tratar cualquier tipo de cálculo con la tecnología de punta de cualquier país desarrollado”.

Este cambio de tecnología incide en que los pacientes, tras la cirugía, pueden irse a sus hogares en 48 horas comparado con la intervención que se realizaba a vía abierta en que la hospitalización podía durar hasta una semana o incluso más, indica el profesional de la salud.

Aproximadamente 30 a 35 pacientes al año se van a ver beneficiados por esta tecnología y alrededor de 150 a 200 pacientes se beneficiarán con los otras tecnologías que también se adquirieron junto con esta compra para cálculos menores de dos centímetros.